Los índices americanos han vivido una nueva sesión alcista a pesar del vencimiento de futuros. Todo el mundo confía en que la acción concertada por los Bancos Centrales sea efectiva si es que se necesita poner en marcha.
Con hora bruja incluida, los mercados americanos han decidido que sigue la alegría y que para penas, si es que llegan, ya tendremos la semana que viene. Lo cierto es que aquí todo el mundo está confiando en la efectividad de una posible acción concertada de los bancos centrales de medio mundo si el resultado de las elecciones en Grecia el domingo agrava las tensiones, pero a mí me produce un escalofrío pensar que todos estén tan seguros de que sería efectiva para contrarrestar el poder devastador que tendría la expectativa de que Grecia rompiera sus compromisos y, por supuesto, con el euro.
No es que dude de los bancos centrales, es que tengo enormes dudas acerca de la categoría de terremoto que supondría la perspectiva de que Syriza alcanzara el Gobierno griego. ¿Agotaría la escala de Richter bursátil? ¿Vendría acompañado de tsunami?¿De verdad hay planes de contigencia serios? Tengo muchas, pero que muchas, dudas. Ojalá me equivoque o la intervención concertada se haga innecesaria.
Me pasa como con el rescate de la banca española, que todo son dudas. Pero para colmo los líderes del G-20 vuelven a reunirse el lunes. ¿Para qué? Esperemos que la cita sirva para que Obama lea la cartilla a Merkel y logre imponer la tesis estadounidense de que es más necesario el crecimiento que el ajuste, por mucho que el ajuste esté fuera de toda duda. También en esto tengo mis dudas. En toda la historia, el G-20 apenas si ha conseguido algo tangible desde la primera vez que se reunió.
En cambio, los índices americanos parecen no albergar ninguna duda y aprovechando el vencimiento del futuro se han tomado posiciones alcistas para los próximos tres meses. El volumen ha sido de impresión, como corresponde a cada tercer viernes de mes y todo al alza. De hecho los índices marcaron sus mínimos en la apertura y han cerrado en máximos del día. Toda una declaración alcista.
Al cierre, el Dow Jones avanzó un 0,91%, el S&P500 un 1,03% y el Nasdaq Composite un 1,29%, toda una demostración de que sigue la alegría.
No es que dude de los bancos centrales, es que tengo enormes dudas acerca de la categoría de terremoto que supondría la perspectiva de que Syriza alcanzara el Gobierno griego. ¿Agotaría la escala de Richter bursátil? ¿Vendría acompañado de tsunami?¿De verdad hay planes de contigencia serios? Tengo muchas, pero que muchas, dudas. Ojalá me equivoque o la intervención concertada se haga innecesaria.
Me pasa como con el rescate de la banca española, que todo son dudas. Pero para colmo los líderes del G-20 vuelven a reunirse el lunes. ¿Para qué? Esperemos que la cita sirva para que Obama lea la cartilla a Merkel y logre imponer la tesis estadounidense de que es más necesario el crecimiento que el ajuste, por mucho que el ajuste esté fuera de toda duda. También en esto tengo mis dudas. En toda la historia, el G-20 apenas si ha conseguido algo tangible desde la primera vez que se reunió.
En cambio, los índices americanos parecen no albergar ninguna duda y aprovechando el vencimiento del futuro se han tomado posiciones alcistas para los próximos tres meses. El volumen ha sido de impresión, como corresponde a cada tercer viernes de mes y todo al alza. De hecho los índices marcaron sus mínimos en la apertura y han cerrado en máximos del día. Toda una declaración alcista.
Al cierre, el Dow Jones avanzó un 0,91%, el S&P500 un 1,03% y el Nasdaq Composite un 1,29%, toda una demostración de que sigue la alegría.
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