Ganando fuerza

Cierre en Wall Street

M. L.26-06-2012

Tímido intento en Wall Street por salir de dudas, respaldado por el buen dato de construcción de viviendas. Recordemos que fue ese dato el que sirvió para espolear al mercado el 4 de octubre de 2011 cuando todo parecía perdido.

Wall Street parece estar ganando fuerza al socaire de la paulatina recuperación del mercado de vivienda, en la que los expertos quieren ver la primera constatación real de que la confianza del consumidor no es tan mala en realidad como reflejan la estadísticas. Esta lectura del dato de vivienda ha llevado en la sesión de hoy a que las petroleras y los valores de consumo comandaran las operaciones, ya que en teoría deberían ser los mejor parados si realmente la confianza del consumidor da paso a un mayor gasto familiar, como dicen todas las teorías económicas.

Pero el problema es el de siempre. Todo son suposiciones y datos reales hay bien pocos. No es la primera vez que un dato aislado es tomado por el mercado como el Rubicón a partir del cual las cosas van a mejorar. Pasó con el empleo hace unos meses y luego se ha visto que las esperanzas depositadas eran excesivas porque todo estaba muy verde aún. Por eso son muchos los que toman con gran prudencia el dato de vivienda que para otros es la clave que anuncia una mejora significativa.
Además, tenemos a Europa al fondo y el temor generalizado de que la Cumbre sea otro fiasco a pesar de las esperanzas que se habían depositado en ella. A medida que se van conociendo cómo van los trabajos preliminares, más fríos se quedan los analistas, que ven como podemos asistir a otra oportunidad perdida y que la reunión puede servir de nuevo para la escenificación de una batalla en la que ninguno de los dos enemigos avanza significativamente pero ambos bandos están cada vez más debilitados.
Cada vez recuerda más la situación europea al periodo de "guerra de trincheras" de la Primera Guerra Mundial. Las posiciones estaban fijas en los frentes y no había ningún avance pero en ambos bandos las bajas eran cada vez mayores, ya por fuego enemigo, ya por las penosas condiciones en las que vivían los soldados en el frente.
El símil actual es claro. Los mariscales siguen cómodamente instalados en la retaguardia dando órdenes de ataque a las líneas enemigas que resultan incumplibles (véase el déficit español para no ir mucho más lejos) mientras que la primera fila del frente la sangría es constante y las capas más humildes no pueden resistir mucho más. Al final, habrá armisticio, pero no parece cercano y ese es precisamente el problema.
Seguramente por eso, en Wall Street se limitó la alegría y apenas si se esbozó una sonrisa. La preocupación es máxima porque cada minuto que pasa es un minuto perdido y al otro lado del Atlántico tienen cada vez más claro que sin el Viejo Continente, una recuperación económica solo puede ser calificada de frágil y quebradiza.
En estas circunstancias, bastante hicieron los índices con llegar al cierre en verde. El Dow Jones avanzó un 0,26%, el S&P 500 un 0,48% y el Nasdaq Composite un 0,63%. Wall Street va ganando fuerza, pero con cuentagotas