Cierre de los mercados europeos
Miguel Larrañaga 26-06-2012
Los mercados europeos siguen
viviendo pendientes del teletipo y quieren confiar en que la próxima
cumbre traerá algo más positivo que las anteriores. Mucho esperar me
parece, pero el Dax quiere tirar del carro.
En la jornada de hoy fueron dos las noticias dominantes en el mercado europeo. De una parte, una sorprendente recuperación de la confianza del consumidor alemán, que llevó a los índices en volandas al terreno positivo en la primera hora de sesión. Pero a partir de aquí, los nervios en torno a la nueva subasta española de deuda atenazaron a los inversores y rápidamente se pasó al rojo y no sólo al rojo, sino al rojo abultado.
Afortunadamente, el Tesoro colocó todo lo previsto y un poco más, pero la historia tiene dos lecturas. La demanda ha flojeado por primera vez en mucho tiempo y los tipos a los que se han colocado las emisiones han triplicado los que se lograron en la última subasta equivalente. Lógicamente, lo primero que se preguntó fue aquello de ¿se ha colocado todo? y ante el gesto positivo los índices volvieron al verde. Sin embargo, un análisis más sosegado determinó que no es oro todo lo que reluce y que España no podrá soportar muchas más colocaciones a estos tipos de interés.
A partir de ahí, cada cual jugó con sus propias fuerzas, y allí donde escasean (España e Italia) se sufrió de lo lindo, en tanto que el Dax y el FTSE se fueron descaradamente hacia arriba arrastrando penosamente a un maltrecho CAC. Sólo la apertura a la baja en Wall Street impidió que el índice alemán conquistara cotas mayores, pero al menos terminó en positivo, que ya quiere decir mucho.
¿Que quiere decir? Simplemente, que hay quien está dispuesto a dar una nueva oportunidad a los que nos malgobiernan en el continente para resolver la situación y que pueden esperar un poco hasta ver qué pasa en la Cumbre. Ahora bien, el frágil equilibrio puede romperse en cualquier momento y todo lo que no sea un éxito sin precedentes en la reunión será equivalente a un fracaso sin paliativos, con su pena bursátil incluida.
Y no querría dejar pasar por alto la petición del Banco Popular a la CNMV para que vuelva a restringir las operativas cortas en el mercado español. Ya saben ustedes lo que opino de poner puertas a la mar, pero como temo que los directivos del Popular no lo han leído, se lo repito. Miren, el mercado es el mercado y cambiar las reglas del juego cuando a ustedes les conviene no es la mejor receta para resolver las cosas.
Ahora bien, una vez dicho esto, ¿por qué no le piden ustedes a la CNMV que prohíba el préstamo de acciones? Para que alguien especule a la baja en España más allá del intradía, alguien le está prestando las acciones y está ganando un dinero indecente con ello, porque no corre riesgo alguno. ¿Van a pedir ustedes también que se pare el mercado de opciones que tanto utilizan y manipulan para la cobertura de sus riesgos? Que uno sepa, en opciones se puede ganar a la baja. ¿Se refieren ustedes a estos especuladores o estos son simples apostantes de casino?
En fin, no sigo que se me calienta la cabeza. Esto de pedir que alguien haga es muy español. ¿Qué hacen ustedes por remediar la situación aparte de planes y planes que quedan siempre superados por los acontecimientos? ¿Qué fue de sus barreras de capital? ¿Qué fue de su solvencia y su extraordinaria gestión? ¿Tienen de eso la culpa los malvados especuladores bajistas? Vale, no sigo.
Al cierre, el Dax avanzó un 0,07%, el FTSE perdió un mínimo 0,07%, el CAC un 0,30% y el Ibex se despeñó otro 1,44%. El Mibtel italiano nos acompañó en la cuesta abajo y cedió un 1,11%.
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