¿Podemos vivir sin el euro?

29 junio 2012 desde esbolsa.com/blog

Hace ya dos años una persona muy influyente del Banco de España me dijo que la estabilidad del euro en España estaba en la cuerda floja. Evidentemente entonces no me podía imaginar que lo que fue una conversación entre amigos tendría tanta repercusión en la actualidad.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se reúnen en Bruselas para debatir sobre el futuro del euro y sobre la estabilidad de las economías de algunos países, entre ellos España.

¿Pero realmente estaríamos mejor sin el euro como dijo Paul Krugman? Según dijo España es prisionera del euro y estaría mejor sin él.
Una posible ruptura del euro podría tener desastrosas consecuencias para las economías de todos los países que componen la Eurozona, incluida Alemania, por este motivo no creo que a la señora Merkel le interese.
Ya se han hecho previsiones de lo que podría pasar si esto sucediese. Sí, todo en teoría, pero los resultados no son muy halagüeños para que lleguen a la práctica. Si existiese una nueva moneda española, ésta valdría un 40 o 60 % menos que el euro, es decir, seríamos un 40% más pobres, algunos dicen que volveríamos a los años 50… ¿y ahora nos quejamos?
El “Informe Van Rompuy”  es una propuesta oficial realizada por cuatro presidentes, el del Consejo Europeo, el de la Comisión, el del Eurogrupo y el del Banco Central Europeo y se trata de un texto de siete páginas que resume los pasos que debería dar la eurozona para avanzar hacia una mayor integración bancaria, fiscal y económica. Aquí podéis leer los cuatro pasos publicados por elmundo.es

1. Unión bancaria. Propone la creación de un supervisor único que controle y pueda intervenir a las entidades financieras de la zona euro. Esta misión podría recaer en el propio Banco Central Europeo (BCE). Plantea la necesidad de crear un sistema de garantía de depósitos europeo que evitase el riesgo de fugas de capital de un país a otro así como un fondo de liquidación de entidades. Este fondo estaría dotado con aportaciones de los propios bancos y permitiría liquidar una entidad sin necesidad de utilizar dinero público y evitando un riesgo de contagio entre entidades.
2. Unión presupuestaria. La eurozona crearía un ‘superministerio’ de Finanzas que podría intervenir los presupuestos de un país si incumplen las normas fijadas en el pacto fiscal. También podría prohibir la emisión de deuda por encima de un nivel establecido de común acuerdo salvo si estuviese justificado y contase con la aprobación del resto de socios. A medio plazo propone la creación de instrumentos de solidaridad en las emisiones de deuda, tales como Eurobonos o un Fondo de Amortización para reducir de forma acelerada los 2,3 billones de euros de deuda que actualmente sobrepasan los límites que marca el Pacto de Estabilidad.
3. Integración económica. Se trata de favorecer la convergencia de las políticas económicas de los estados miembros y definir una serie de criterios comunes, como podría ser una fiscalidad común sobre determinados ámbitos.
4. Integración democrática. Consiste en dar legitimidad democrática a este proceso, que irremediablemente supondrá una pérdida de soberanía para los estados miembros. El texto propone “avanzar hacia un toma de decisiones más integrada que exigirá contar con mecanismos sólidos para una toma de decisiones conjunta que sea legítima y capaz de rendir cuentas”.

Es una propuesta para realizar en la próxima década. Exigirá muchos sacrificios por parte de todos los países, porque conlleva una serie de cambios importantes. Tras las reuniones de estos días veremos qué decisiones han tomado, aunque una de las primeras será reducir el coste de la deuda pública. A pesar de las múltiples “filtraciónes” que hay ¿qué sacaremos en claro tras la cumbre?