El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, tiene hoy el difícil reto de satisfacer a los mercados bien mediante la impresión de papel, lo que sería su tercer quantitative easing, o con la prolongación de la “Operación Twist” que terminaba a finales de junio.
No se esperan cambios en la política monetaria de la FED, que mantendrá hoy los tipos de interés en la horquilla de entre el 0% y el 0,25% para favorecer la recuperación del empleo en Estados Unidos.
Lo que sí se esperan son medidas de estímulo económico a raíz de los últimos datos que muestran un debilitamiento en la ya maltrecha primera economía del mundo, que además, teme un contagio de la crisis que atraviesa la zona euro.
“Continuamos totalmente preparados para tomar acciones adicionales si es necesario. Esas herramientas permanecen completamente sobre la mesa”, aseguró Bernanke en la reunión de finales de abril y mantuvo, posteriormente, hace dos semanas.
En mayo, el Gobierno estadounidense revisó a la baja la tasa de crecimiento económico del primer trimestre del año, de 2,2% al 1,9%, y el desempleo se elevó por primera vez en once meses, una décima, hasta el 8,2%.
Estos datos, que contrastan con la progresiva recuperación económica en marcha, han motivado que algunos miembros de la Fed hayan vuelto considerar la aplicación de más medidas de estímulo, entre las que se baraja la prolongación de la Operación Twist o la aprobación de un Q3.
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Lo que sí se esperan son medidas de estímulo económico a raíz de los últimos datos que muestran un debilitamiento en la ya maltrecha primera economía del mundo, que además, teme un contagio de la crisis que atraviesa la zona euro.
“Continuamos totalmente preparados para tomar acciones adicionales si es necesario. Esas herramientas permanecen completamente sobre la mesa”, aseguró Bernanke en la reunión de finales de abril y mantuvo, posteriormente, hace dos semanas.
En mayo, el Gobierno estadounidense revisó a la baja la tasa de crecimiento económico del primer trimestre del año, de 2,2% al 1,9%, y el desempleo se elevó por primera vez en once meses, una décima, hasta el 8,2%.
Estos datos, que contrastan con la progresiva recuperación económica en marcha, han motivado que algunos miembros de la Fed hayan vuelto considerar la aplicación de más medidas de estímulo, entre las que se baraja la prolongación de la Operación Twist o la aprobación de un Q3.
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