Cierre en Wall Street - M. L. 16-06-2012
En Wall Street siguen
festejando cada mal dato, en este caso las peticiones de desempleo,
porque están seguros de que eso espoleará a la fed para poner en marcha
nuevos estímulos.
Y más aún. Cuando saltó el rumor de que los bancos centrales de medio mundo están preparándose para inyectar liquidez si es necesario el próximo lunes tras las elecciones griegas los índices americanos volvieron a dispararse porque muchos entendieron que los estímulos de la Fed llegarían el lunes. No es así, pero aprovecharon la ocasión para dar un nuevo empujón a las cotizaciones.
Lo que es evidente es que Estados Unidos ha frenado su ritmo desde que se agudizó la crisis del euro. Tanto es así que Obama en primera persona se ha ocupado de transmitir a los líderes europeos lo que piensa. Es curioso, pero en los últimos días si alguien se ha distinguido por su defensa de España y de que el rescate a los bancos será suficiente, ése ha sido Estados Unidos. Mientras nuestros socios ponen pegas y comentan, Estados Unidos aplaude y apoya. Cosas del destino, pero tiene más que ver con el deseo estadounidense de que la crisis amaine que con un apoyo incondicional.
Pero una cosa es estar esperando a Bernanke y otra que en la espera nos demos un festín alcista. Cierto es que el grito es alto y claro, pero igual que en el recorte exageraron el gesto, ahora están haciendo exactamente lo mismo, lo que resta credibilidad a todo el movimiento. En Wall Street tienen unas ganas locas de subir y no quiero imaginar el estallido que puede producirse si, efectivamente, la Fed anuncia nuevos estímulos. El problema es que la contrapartida es que como no los anuncie el mercado no va a aguantar mucho más por sí solo.
En definitiva, que siguen las cosas como desde hace unos días, pero un poco más arriba. Al cierre, el Dow Jones avanzó un 1,24%, el S&P 500 un 1,03% y el Nasdaq Composite un 0,63%. ¿Les escuchará Bernanke?
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