Las dudas iniciales han dado
paso a una sesión contundente en la que los índices han cerrado en
máximos. Nueva demostración de fuerza y van dos en tres días.
No quiero con ello lanzar las campanas al vuelo, pero sí constatar que los que mandan en el mercado parecen decididos a que esta vez sea la definitiva y que el arranque pueda considerarse el bueno. Son demasiadas casualidades en sólo tres días como para pensar que todo pasa por azar y mucho más cuando se trata del mercado de valores. Aquí nada pasa por azar, ni siquiera una intervención de Obama llena de consejos-mandatos a los líderes europeos.
Lógicamente, el Nasdaq, que ayer fue el más perjudicado, ha aprovechado para lucirse un poco más que sus colegas y recuperar la credibilidad. Ya conocen mi idea de que sin el Nasdaq no vamos a casi ningún sitio, así que le necesitamos después de que la corrección se haya ensañado con las tecnológicas, que son las que más abundan en este mercado.
Al cierre, en zona de máximos en todos los casos, el Dow Jones avanzó un 0,75%, el S&P 500 un 0,81% y el Nasdaq Composite un 0,97%. Está claro que van recuperando fuerzas.
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