España pesa demasiado

Cierre en Wall Street - M. L. - 13-06-2012

La rabaja del rating español a bono basura por parte de Egan Jones fue la espoleta que terminó de convencer a los índices americanos de que se encontrarían más cómodos algo más abajo. Y se fueron a buscar ese lugar...

Con las elecciones griegas en inmediato horizonte, los mercados están más preocupados por España. Consideran que el "asunto griego" tendrá su colofón el próximo domingo, como máximo el lunes, pero que el "asunto español" ni se aclara ni se va a aclarar en el corto plazo. Y España pesa demasiado. Que Grecia salgo del euro puede ser un varapalo para la moneda única, pero no definitivo. Que España necesite un rescate en toda regla sí puede ser definitivo para el euro.
No es de extrañar que con este condicionante los mercados americanos, que ya habían acariciado la posibilidad de encaminarse a la baja al comienzo de la sesión, optaran por los números rojos tras saberse que la pequeña calificadora Egan Jones había degradado la deuda española al nivel de bono basura. En Wall Street empiezan a estar preocupados de verdad, más aún cuando se ha sabido que Obama ha llamado a Durao Barroso para trasladarle su inquietud por la situación y por la sensación de desconcierto y fragilidad que la UE está dando al mundo.
El problema para los analistas de Wall Street es que con el bono en el nivel de la basura, las posibilidades de que entre inversión extranjera en el país se reducen a mucho menos de la mitad, dada la limitación de muchos fondos para invertir en países que no tengan "investment rate". Por añadidura, el capital dispuesto a acudir a lugares con un rating tan negativo es puramente especulativo y exigen unas rentabilidades muy por encima de lo que en teoría España está dispuesta a pagar por financiarse, lo que llevará a un agravamiento de la crisis.
Y cuando todo son problemas en Wall Street suelen optar por la prudencia y eso se suele traducir en ventas. De momento, no han sido masivas, pero sí suficientes c0mo para hacer caer a los índices muy significativamente desde los máximos del día a los niveles de cierre, instalados, por supuesto, en el terreno negativo. No hay claridad, no hay un movimiento en Europa que permita prever una mejora de la situación en el corto plazo, incluso en el medio plazo, y eso pesa mucho en el ánimo de los inversores.
Al cierre, el Dow Jones se dejó un 0,62%, el S&P500 un 0,70% y el Nasdaq Composite un 0,86%. España pesa, efectivamente, demasiado como para mirar hacia otro lado. Bueno, algún otro día sí que lo harán, pero hoy no tocaba.