19 junio 2012 desde esbolsa.com/blog
La semana pasada uno de los lectores hacía un comentario a uno de los artículos respecto a la deuda de España. Como la contestación iba a ser un tanto larga, acordé con él dar respuesta a sus preguntas en un nuevo artículo. Transcribo el comentario para poner en antecedentes a los nuevos lectores:El PIB español es de 1 billón de euros, céntimo arriba, céntimo abajo. Del cual, con una presión fiscal del 40%, se ingresarían vía impuestos unos 400.000 millones. Hasta aquí bien?
Sigo. Para reducir el gasto un 40%, tendríamos que reducirlo en unos 160.000 millones aproximadamente. Si es así, me surgen unas dudas:
Si el déficit es del 9%, recortando el gasto en 160.000 millones, nos quedamos con un superávit del 7% del PIB. Con esa cantidad, se acabaron los recortes y la crisis. Para qué tanto? (con un 17% tenemos un déficit del 2% del PIB, que es algo aceptable, aunque habría que mejorarlo).
Y segundo, ¿de dónde lo quitamos? Mójese jejeje…
Números: Con ese 40% menos, nos quedan unos 240.000 millones a gastar, de los cuales:
120.000 millones están comprometidos para los pensionistas. 30.000 millones son para pagar el desempleo. Otros 30.000 para intereses de la deuda…con suerte con suerte, pongamos otros 80.000 para sanidad…Vaya, nos hemos pasado. Aún no he sumado el salario de funcionarios no sanitarios (el resto, desde policías a bomberos), tampoco hemos hablado de gastos educativos no salariales, de administración, mantenimiento, etc.
Por otro lado, la duda que me surge en cuanto a la inversión es que tenemos AVE (con lo ruinoso que es) hasta cada pueblo…más infraestructura aún?
Quizá me tire más el apoyo a la creación de empresas y si es exportadora, un plus. Tampoco estaría de más subir el IVA a lo bestia y reducir cotizaciones en la misma proporción (ganamos dos cosas, primero que mantenemos el mismo precio pero se exporta más, y segundo que, subiendo el IVA se penaliza el consumo interno, lo cual es “malo” para el PIB tal y como se calcula, pero en España, conforme aumenta el coste marginal, disminuyen en mayor medida las importaciones que las exportaciones, equilibrando así la balanza comercial).
Y ahora, lo complicado sería ¿cómo decírselo a alguien sin que te parta la cara?
Comencemos por el principio.
El PIB de España como muy bien decía el lector es de aproximadamente 1 billón de euros, más concretamente en el 2011 fue 1.073.383 millones de euros. El conjunto de la Administración pública (Estado central, comunidades autónomas, ayuntamientos y Seguridad Social) gastaron el año pasado 468.429 millones de euros, un 43,6% del PIB, haciendo que la deuda de España se viese incrementada.
Lo que plantea el gobierno no es reducir un 40% ese gasto, sino que ese 43,6% pase a ser el 37,7% del PIB en 2015, es decir una reducción del 13,5% del gasto actual. Esto significaría un ahorro de unos 65.000 millones de euros, no los 160.000 que comentabas (ya me gustaría a mi que consiguiesen ahorrar tanto).
Teniendo en cuenta que la presión fiscal en 2011 fue del 39,9% (como bien comentabas), con esa medida aunque posiblemente no generásemos superávit, deberíamos quedarnos con un déficit bastante menor, porque no hay que olvidar que probablemente los ingresos se vean reducidos igualmente.
La cuestión es cómo rebajar la deuda de España y poder ahorrar esos 65.000 millones de euros.
En el siguiente gráfico (extraído de la web de lainformación.com) se puede ver un desglose de los presupuestos generales del estado desglosado por grupos.
En los presupuestos generales del 2012 el dinero destinado a desempleo es de algo más de 28.000 millones de euros. Si se realizasen verdaderas políticas de creación de empleo, ayudas a pymes, etc ese dinero podría verse reducido. En 2008 no superaba los 16.000 millones, por lo que estamos hablando de un posible ahorro importante si conseguimos generar empleo.
Otro punto importante es la deuda de España, en 5 años hemos aumentado ese presupuesto en 12.000 millones. La deuda pública española ha crecido un 5,39% en el primer trimestre hasta los 774.549 millones de euros, un 72,1% del PIB. Aquí sí que tenemos un problema importante y necesitamos reducir esa deuda a marchas forzadas, porque con la deuda vienen asociados intereses y eso no hace sino que la bola crezca cada vez más. Si se reducen los gastos se reduce la deuda y por tanto tenemos un ahorro extra en este punto.
Pero el verdadero quid de la cuestión estaría en la reducción del gasto de las administraciones públicas. Tenemos un país extremadamente politizado, con mucha gente innecesaria chupando del frasco y que suponen una sangría para el dinero que anualmente recauda el estado.
Por poner dos ejemplos, completamente verídicos:
Hace 4 años hablando con una amiga de una comunidad autónoma del norte que trabaja en una empresa privada sustentada con fondos públicos (horario que todos desearíamos y sueldo por encima de la media del sector), me dice que a lo mejor deja su trabajo. Me quedo perplejo porque es un trabajo que todos matarían por él. Pregunto:
- ¿Y qué vas a hacer?
- Si las cosas van bien, el las próximas elecciones entraré como concejala en el ayuntamiento.
- ¿Concejala? ¿De qué?
- Ah, no sé. De lo que me den.
De lo que me den… Eso pone claramente sobre la mesa la cualificación profesional de los políticos que nos gobiernan. La mayoría no ha trabajado profesionalmente en el ámbito en el que están destinados.
En este segundo ejemplo vivido por un familiar cercano, hablando con una alcaldesa de un municipio andaluz de aproximadamente 22.000 personas, con un nivel de analfabetismo más que importante. Tras encontrarse en la calle, la alcaldesa que iba acompañada le saluda:
- Hombre cuánto tiempo, te voy a presentar. Este es uno de mis asesores del ayuntamiento.
- Encantado. Asesor… ¿en qué campo?
La alcaldesa se queda pensando y finalmente le mira y le pregunta directamente:
- ¿De qué eras asesor tú?
- De ciencia y tecnología. – responde él.
Resumiendo, en un municipio de reducidas dimensiones, la alcaldesa tiene asesores que no sabe ni de qué son. Y no sólo eso, sino que encima asesoran en temas completamente inútiles para el municipio.
Estos dos ejemplos creo que ponen de manifiesto el principal problema existente en España. Tenemos un exceso de políticos no importante, importantísimo. Y además los políticos que tenemos no están preparados. Quizá estén preparados para hacer política, pero no tienen conocimientos en los campos en los que se supone trabajan y así difícilmente pueden rendir en su puesto.
Como punto final a este planteamiento, me gustaría dejar por aquí una noticia que refleja bien el hecho del que hablo. En el municipio madrileño de Torrelodones, un grupo de vecinos logró hacerse en las últimas elecciones con el ayuntamiento, desplazando a los políticos que gobernaban hasta la fecha. Con un único secreto, administrar las cuentas de todos como cada uno haría con su libreta de ahorros, han conseguido pasar en un par de años de tener déficit a tener un superávit de 5,4 millones de euros.
Esta es la verdadera solución a nuestros problemas, la forma de reducir la deuda de España. Pero tristemente, y como ya comentaba en el post, esta solución pasa porque las medidas las adopte el gobierno y difícilmente ellos van a ir contra sus propios intereses.
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