lunes, 2 de julio de 2012

El siempre difícil arte de colocar un stop

 Publicado en 2012/07/02 por mlarranaga
Una de las cosas fundamentales que distinguen en el mercado a un ganador de un perdedor es el uso de un stop de pérdidas, pero posiblemente es el concepto más difícil de hacer que un inversor aficionado interiorice como verdad absoluta. ¿Por qué voy a poner una orden que me venda un valor en pérdidas si puedo mantenerlo hasta que gane dinero? Por si alguien tiene alguna duda del por qué, pongo el gráfico de Colonial:


Es uno de esos casos “de libro” que sirve para dos cosas. Convencer a los resistentes de que con un stop en la cúspide se hubiera evitado males mayores y para los reticentes a usar la escala logarítmica en los gráficos:

Esta es la pequeña diferencia entre los dos tipos de gráficos. Con uno podremos operar cuando el valor lo aconseje, con el otro no veremos absolutamente nada. Aun así, incomprensiblemente, sigue habiendo fans de la escala lineal.
En fin, vayamos a lo que toca, que son los stops. ¿Queda claro que asumir una pérdida del 2, el 3, el 4, o el 10% es siempre mejor que dejar al valor a su libre albedrío? Volvamos al comienzo. Un inversor se distingue de un aficionado por tener acotado siempre el riesgo y eso se consigue usando stops de pérdidas.

Primera opción: la teoría tradicional

¿Dónde poner un stop? La teoría es sencilla. “Coloque usted el stop un céntimo por debajo del último mínimo que haya hecho el valor”. ¿Y cuándo ponerlo? La teoría también es sencilla: “al mismo tiempo que realiza usted la entrada, luego ajuste usted el stop cada vez que el valor haya remontado tras haber marcado un mínimo, es decir, cuando se pueda dar por concluido un retroceso”.
Sólo una pequeña salvedad. Evitad los números “redondos” porque parecen que tiene imán. Los terminados en ,00 y ,50 no son aconsejables, y conviene irse un céntimo más abajo, incluso dos.
Gráficos al canto para verlo mejor. Este corresponde a la teoría tradicional y a los ajustes posteriores a la colocación del primer stop:
bis stops metodo tradicional
Si la entrada se produce en la apertura de la vela marcada por la flecha verde, el stop de pérdidas marcado en color rojo estará colocado exactamente por debajo del último mínimo. El resto es seguir la teoría convencional e ir subiendo el stop a medida que el precio va haciendo nuevos  máximos sin tener en cuenta nada más. De esta forma, nuestros stops ya no será de pérdidas, sino de beneficios, en color verde y, simplemente, nos cubrirán ante una bajada imprevista o el fin de la tendencia alcista del valor.
Pero resulta que con este método nos encontramos con un problema fundamental. Nosotros ajustamos las entradas al máximo y entramos donde casi nadie se atreve. A cambio de esto tendremos mejores beneficios, pero muchas veces nos saltan el stop para luego seguir subiendo. es el conocido problema de la “onda dos”, que retrocede a la uno hasta donde quiere y muchas veces la onda uno tiene un retroceso e impulso intermedios que nos llevan a subir el stop, cayendo en la “trampa” en el siguiente retroceso. Es lo que nos ha pasado en Ross Stores:
stops para Ross Stores
Nos ha volado el stop y ahora tiene una pinta magnífica de querer seguir subiendo (ya veremos si ocurre o no, que eso nunca puede asegurarse). Tanto los que entraron en el “Antes” como los que entraron en el “Durante” se han encontrado con la sorpresa de que un valor al que le esperamos un gran recorrido nos ha dejado tirados a la primera de cambio.
¿Es posible resolver este problema? Del todo no, pero si podemos conseguir que nos pille el toro menos veces porque ya adelanto que los valores tienen muchas veces la manía de retroceder en la onda 2 más allá del comienzo de la onda 1, y ese caso nos la sigue jugando exactamente igual. Si la teoría de Elliott no es perfecta, ¿cómo aspirar nosotros a serlo? El problema radica en que mientras un mercado completo es poco manipulable por unos pocos (vale, es solo teoría), un valor sí es manipulable, sobre todo cuando es poco líquido.

Segunda opción: Stops a cierre

Consiste en ser disciplinados y no poner los stops automáticos en el broker, sino tenerlos apuntados en una hoja o en un gráfico y si el cierre cae por debajo de ese nivel ejecutarlo en la apertura del día siguiente. En Ross no nos habrían volado el stop. ¿Solucionado? Ni mucho menos. Otro valor de nuestra propia cartera americana nos enseña que el riesgo es excesivo, incluso para los disciplinados:

Lo que era un riesgo teórico de entre el 3 y el 4% en función de si la entrada si hizo en el “antes” o en el “después” se convirtió en la apertura del día 27 de junio en una pérdida real del 17%. ¿Cierra alguien la posición en la siguiente apertura, perdiendo un 15%? Yo digo que HAY QUE HACERLO si se elige este método, lo que nos lleva a que solo puede usar cierres “mentales” quien los tenga mejor colocados y más grandes que el caballo de Espartero.
Yo he llegado a programar un indicador que me pusiera los stops a cierre para verlo en el gráfico y algunos de los que nos seguís desde hace tiempo lo habéis visto, pero por mucho que los programo y reprogramo NO FUNCIONAN ni siquiera como indicativo de lo que puedes hacer.

Tercera opción: buscar la ayuda de un indicador

Si la teoría tradicional nos barre los stops con demasiada frecuencia en la onda dos y el sistema de stops al cierre tiene más peligro que un mono con una ametralladora, tenemos dos opciones: no entrar en la onda uno y renunciar a esa parte del beneficio en aras de una mayor comodidad en la gestión de la posición o buscarnos la vida con nuevas alternativas para los stops.
Reconozco que en esto soy un tipo raro. Siempre me ha gustado jugar con el peligro e intentar dominarlo buscando minimizar los riesgos, así que mi opción ha sido buscar otra solución. Por pura lógica, se trata de no subir el stop hasta no estar seguros de que se han completado la onda uno y la onda dos, de forma que los posibles retrocesos intermedios no nos pillen.
Además, resulta que en cada onda mayor estaríamos con el mismo problema. Recordemos que cada onda mayor tiene cinco menores y que la quinta menor tiene la maldita costumbre casi siempre de retroceder más de lo que debe a efectos de calcular stops, así que quien enunció la primera teoría de stops estaba confabulado con los de siempre para hacer que los demás nos quedemos mirando cómo ganan ellos.
La solución, como tantas otras veces, está en ser imaginativos y buscar alternativas y estas siempre se encuentran en los indicadores. Solo habrá que preguntar a algún indicador cuándo un retroceso es digno de ser tomado como tal a efectos de mover el stop. Nos vale cualquiera que nos responda a esta pregunta, desde el tradicional MACD a nuestro E-RSI 19/39. Para quien quiera usar el MACD, basta con que el histograma vaya al rojo y luego vuelva al verde:
stops por MACD
Hago notar que el stop solo se mueve cuando el histograma del MACD regresa a la zona verde, por mínima que sea la incursión. De igual forma, por mínimo que sea el rojo, es lugar para buscar un mínimo en el que situar el stop cuando el histograma vuelve a la zona verde.
Evidentemente, se trata de un método no apto para “rapidillos” o “cagaprisas” que buscan subir el stop rápidamente para asegurar ganancias a toda leche. Está claro que el primer mandamiento para ganar dinero en Bolsa es no perder, pero muchas veces, estas prisas nos restan ganancias posteriores mucho más jugosas. Volvamos al gráfico de BIC, con el MACD y el E-RSI 19/39:
stops macd y srsi en bic
Al E-RSI, que es el indicador por el que nos hemos guiado para mover estos stops, lo exigiremos verde oscuro para mover el stop. Las discrepancias entre ambos indicadores son mínimas y con ambos seguiríamos con BIC en cartera esperando al próximo verde para volver a subir el stop, que es lo que se ha reflejado en el gráfico del E-RSI. Eso sí, hay que tener algo de paciencia.

¿Cómo gestionar las ondas uno y dos?

Es bastante sencillo. Sólo hay que asumir una serie de cosas,. Que en el máximo de una onda el E-RSI debe mostrar mucho verde oscuro y muy frecuentemente llegar a su nivel máximo. Que en el retroceso tendremos mucho rojo y frecuentemente su nivel mínimo. Que hemos entrado en lo que suponemos el principio de una onda uno. Con todo esto asumido, tendremos que dejar pasar un verde y un rojo para colocar el stop en el mínimo marcado en esa zona zoja una vez que el E-RSI haya vuelto a la zona verde. El MACD falla bastante más en estos inicios de onda, pero si nos decidimos a usar los dos indicadores, basta con aceptar que cuando los dos dan señal estamos ante el nivel correcto. Si sólo usamos uno, recomendamos el E-RSI al menos para los comienzos de onda.
¿Qué hubiera pasado con Ross? Sencillamente, esto:
rost stop macd y e-rsi
Estaríamos aún esperando la señal para mover el stop, no habríamos hecho el primer movimiento y mantendríamos la posición.
En lo que a mí respecta, me gusta seguir indicadores y tomar mis decisiones mirando más sus señales que las de los precios o los conteos de las ondas, que es donde engañan siempre a los pardillos, así que adoptaré el método de ajustar stops siguiendo el indicador correspondiente, y los elegidos han sido estos dos, el E-RSI 19/39 y el MACD. Cada cual es muy libre de emplear el método que quiera para su operativa porque, lo adelanto desde ahora mismo, ninguno es perfecto.
Eso sí, hay que hacer una puntualización importante sobre todo a los que lleváis poco tiempo en esto y apenas si habéis operado en mercados distintos del español. Buscad un broker que os permita poner stops en cualquier mercado y en cualquier valor. Debéis saber que la mayoría de nuestros bancos no lo permiten y no se les cae la cara de vergüenza. ¿Comprendéis ahora lo importantes que son los stops cuando ellos nos ponen dificultades para usarlos?
Felices plusvalías

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