Cierre de los mercados europeos
Miguel Larrañaga desde diarioabierto.es
25-07-2012. Los índices europeos
evidenciaron lo cortitos que andan de fuerzas y de ganas, y eso que la
prima de riesgo española, que comenzó la sesión en 649 puntos se ha
relajado hasta los 611.
Si Wall Street no lo remedia, el futuro inmediato de las Bolsas europeas no es demasiado halagüeño por mucho que nuestro amigo De Güindous viaje y viaje por las capitales europeas en busca de palmetadas en la espalda que se convierten en cortes de manga en cuanto vuelve a España.
La UE ni tiene prisa por arreglar lo de la prima de riesgo española si ganas de arreglarlo. Si se arregla, se va a arreglar solo por la simple circunstancia de que no se avistan grandes vencimientos para el Tesoro hasta octubre. Es más, yo diría que juegan a que España pida el rescate y afanarse después en salvar a Italia o, más factible aún, a que las "puertas abiertas" que deja el rescate bancario encubra finalmente un rescate soberano.
A mí, al contrario que a la mayoría de los expertos (será porque no soy un experto), las palabras de Nowotny, el jefe del Banco Central austriaco y miembro del consejo de gobierno del BCE, posicionándose a favor de que el BCE tenga ficha bancaria y así permitir que el Fondo de Rescate (gestionado por el BCE) pueda hacer operaciones en el mercado de deuda me parecen un arma de doble filo, porque al positivo mensaje que encierran (en teoría es un irreductible aliado de las tesis alemanas) une otros dos negativos al subrayar que "hay argumentos contrarios" y negar que en el BCE se haya discutido sobre este asunto. Claramente, no tienen ninguna prisa.
Y qué quieren que les diga de lo de la unión bancaria en la UE antes de final de año. Puede que llegue tarde para más de uno. Definitivamente, prisa, lo que se dice prisa, no tienen.
Por tanto, queda cada vez más claro que España tendrá que luchar con sus propias fuerzas y que son tan escasas que Rubalcaba ha pedido a sus más próximos colaboradores que no salgan de España y estén disponibles en la última semana de agosto. Vamos, que el jefe de la oposición cuenta con un escenario de tormenta de las fuertes para esas fechas. Como quiera que más de un analista lleva días apuntando a agosto como fecha para el rescate, son ya dos "indicios".
A cambio, hay quien sostiene que España está advirtiendo a sus socios que bajo ningún concepto pedirá el rescate y que antes que eso se saldrá del euro. La verdad es que el panorama que dejaría esta opción es aterrador y a buen seguro nuestras empresas tiemblan solo de pensarlo, pero tampoco es que el escenario que se pinta en Grecia, con dos rescates en su haber sea precisamente la panacea.
Es muy español, y más en el día del patrón, aquello de "más vale honra sin barcos que barcos sin honra", pero lo peor y dada la fecha es que una salida del euro haría más que nunca realidad aquello de "Santiago y cierra España". La devaluación de la moneda habría absolutamente imposible pagar las deudas y el default sería inevitable. No veo al cobarde Mariano escogiendo esta vía, la verdad.
Pues todo esto tienen en ascuas a los índices europeos, que se aferran a la posibilidad de que la Reserva Federal americana vuelva a hacer lo que debe hacer la semana que viene y anuncie nuevos estímulos. No es que a Europa le vaya nada en el asunto, pero los inversores piensan que dado que las tendencias las marca Wall Street, al menos los índices fuertes del continente puede aprovechar el rebufo que ofrecerían en ese escenario los índices americanos. Mucho ojo a esta teoría, que cuando los índices pierden la sincronización no hay nada que lo remedie, y si no basta con echar un vistazo al último año del Ibex y compararlo con cualquier índice serio.
En estas circunstancias la sesión transcurrió positivamente hasta la hora de comer y desde ahí se emprendió un camino de regreso que se comió las ganancias obtenidas en las horas anteriores, dejando en evidencia la escasez de fuerzas de todos los mercados europeos. La caída del PIB británico un 0,7% en el segundo trimestre refleja a las claras lo delicado de la situación por la que atraviesan la mayor parte de las economías del Viejo Continente.
Al cierre, el Dax logró subir un 0,25%, el CAC un 0,23% y el Ibex un 0,82% (llegó a superar el 2%), en tanto que el FTSE bajó un mínimo 0,02%. Lo dicho, cogidito con alfileres. Esperemos que no se suelte.
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