Cierre de los mercados europeos
Miguel Larrañaga
27-07-2012- No ganamos para sorpresas. Hoy
han sido Hollande y Merkel los que se han comprometido públicamente a
hacer todos los esfuerzos necesarios para salvaguardar al euro. Tanta
palabrería ha generado un rebote espectacular.
Sigo pensando qué es lo que ha cambiado y ayer esbocé las dos posibilidades respecto a la reunión entre De Guindos y Schauble, pero hoy voy a tirar un poco más alto porque esta reacción me parece ya de las de altos vuelos. ¿Y si ha llamado el mismísimo Obama?
Con unas elecciones por delante y los republicanos subidos a sus barbas, la economía se presenta como un lastre para el presidente de Estados Unidos. Se han enterrado cientos de miles de millones de dólares en lograr la mejora del enfermo, pero la convalecencia está siendo más larga de lo que cabía esperar porque cada vez que intenta salir de paseo se contagia del virus europeo.
Obama sabe que se lo van a echar en cara en la campaña y necesita presentar unos resultados aceptables, lo que implica presentar a la Bolsa más o menos saneada, unas cifras de crecimiento más o menos decentes y, sobre todo, un ambiente menos pesimista que el que se vivía la semana pasada. Y el 100% del pesimismo provenía de Europa, ya que hasta China parece dar menores noticias.
Conste que es solo una posibilidad, pero no se me antojan muchas más posibilidades para que Merkel haya cambiado de actitud como quien da la vuelta a un calcetín. Ya solo falta que diga en público y bien alto que sin estímulos no se puede salir de la crisis y que el déficit pasa a un plano algo más secundario para que el cambio fuera diametral. Pero eso no lo verán mis ojos, me temo...
Total, que Hollande y Merkel parece que recomponen la relación entre Francia y Alemania y que los dos países están dispuestos a asumir su papel protagonista en la Eurozona y, claro, los mercados lo agradecen casi tanto como agradecieron ayer a Draghi su radical cambio de discurso. Con Alemania y Francia alineados en pos de la misma idea todo es más fácil y el mercado necesitaba una prueba de que Hollande y Merkel pueden entenderse.
Al cierre, el Dax se apuntó una ganancia del 1,62%, el FTSE del 0,97%, el CAC del 2,28% y el Ibex del 3,91%. Desde que algo está cambiando en la UE, el selectivo español ha cambiado totalmente de actitud. Esperemos que dure.
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