Posted: 10 Jul 2012 06:31 AM PDT
GurusBlog - Crear una banca “no sistémica”
¿Cómo ha llegado España a tener una prima de riesgo inasumible?
La prima de riesgo ya era muy elevada antes del caso Bankia, y lo era porque los inversores desconfiaban de la capacidad de España para devolver el dinero que nos prestaban. Así de sencillo.
Nada de “el mercado nos ataca” o simplezas por el estilo. Los inversores desinvierten donde no ven clara la inversión y lo hacen donde sí. Como haríamos cada uno de nosotros.
A raíz del caso Bankia, a la prima de riesgo elevada se sumó la decisión de no dejar caer a ese banco por los riesgos que supondría sobre el sistema financiero en su conjunto. Yo mismo defendí esa idea en “Rescatar a España”, donde indicaba que hacerlo significaría incurrir en unos (…) “riesgos (…) enormes y (de) (…) consecuencias imprevisibles”.
“Por mucho que nos duela dedicar dinero del contribuyente a salvar una entidad cuyos directivos no han hecho bien su trabajo, (…), el perjuicio sobre la economía podría ser de tal calibre, que no me atrevo a recomendar siquiera esa posibilidad.”
Aunque apuntaba que dejar caer a un banco “(…) siempre es una alternativa, y podemos dejar caer a un banco sistémico de “forma ordenada” y tutelada por entidades supranacionales para dotar al sistema de mayor transparencia y confianza.”
Daniel Lacalle (gestor en uno de los principales Hedge Funds de Londres, colaborador de un importante medio de comunicación especializado en economía y persona a la que considero de unos amplios conocimientos financieros internacionales) me indicaba hace unos días que se podría haber capitalizado los bancos desde un principio de forma ordenada, de manera que se evitara un pánico financiero. La oportunidad, me temo, la perdimos hace tiempo, creo que casi en el momento en el que Zapatero declaraba que “tenemos la banca más saneada del mundo”.
Pero, ¿qué podemos hacer para que en el futuro no nos encontremos con la misma situación que nos arrastra al abismo? ¿Y para evitar que los bancos se conviertan en “sistémicos”? ¿Qué hacemos si los otros bancos calificados de sistémicos –Santander, BBVA, CaixaBank– de repente empiezan a no ser solventes?
Se han apuntado básicamente dos soluciones al problema:
Respecto al segundo, es una propuesta a nivel europeo que está en estudio actualmente.
Dados los plazos que este tipo de asuntos lleva en el seno de la UE, no esperemos que tengamos un mecanismo similar cuando caiga el próximo banco calificado como “sistémico”.
Hay que entender que en esta ocasión nos ha tocado a nosotros, pero que otros muchos bancos en la UE pueden entrar en la misma situación en cualquier momento.
Entre los economistas hay opiniones para todos los gustos, desde los más liberales a los partidarios de una intervención estatal sobre la economía. Lo que sí tenemos claro es que desconocemos si las medidas apuntadas tendrán los resultados que se prentenden.
En cualquier caso, nuestra economía, nuestro bienestar y hasta nuestra tranquilidad no pueden estar supeditados a lo más o menos “sistémicos” de cada uno de los bancos europeos.
¿Cómo ha llegado España a tener una prima de riesgo inasumible?
La prima de riesgo ya era muy elevada antes del caso Bankia, y lo era porque los inversores desconfiaban de la capacidad de España para devolver el dinero que nos prestaban. Así de sencillo.
Nada de “el mercado nos ataca” o simplezas por el estilo. Los inversores desinvierten donde no ven clara la inversión y lo hacen donde sí. Como haríamos cada uno de nosotros.
A raíz del caso Bankia, a la prima de riesgo elevada se sumó la decisión de no dejar caer a ese banco por los riesgos que supondría sobre el sistema financiero en su conjunto. Yo mismo defendí esa idea en “Rescatar a España”, donde indicaba que hacerlo significaría incurrir en unos (…) “riesgos (…) enormes y (de) (…) consecuencias imprevisibles”.
“Por mucho que nos duela dedicar dinero del contribuyente a salvar una entidad cuyos directivos no han hecho bien su trabajo, (…), el perjuicio sobre la economía podría ser de tal calibre, que no me atrevo a recomendar siquiera esa posibilidad.”
Aunque apuntaba que dejar caer a un banco “(…) siempre es una alternativa, y podemos dejar caer a un banco sistémico de “forma ordenada” y tutelada por entidades supranacionales para dotar al sistema de mayor transparencia y confianza.”
Daniel Lacalle (gestor en uno de los principales Hedge Funds de Londres, colaborador de un importante medio de comunicación especializado en economía y persona a la que considero de unos amplios conocimientos financieros internacionales) me indicaba hace unos días que se podría haber capitalizado los bancos desde un principio de forma ordenada, de manera que se evitara un pánico financiero. La oportunidad, me temo, la perdimos hace tiempo, creo que casi en el momento en el que Zapatero declaraba que “tenemos la banca más saneada del mundo”.
Pero, ¿qué podemos hacer para que en el futuro no nos encontremos con la misma situación que nos arrastra al abismo? ¿Y para evitar que los bancos se conviertan en “sistémicos”? ¿Qué hacemos si los otros bancos calificados de sistémicos –Santander, BBVA, CaixaBank– de repente empiezan a no ser solventes?
Se han apuntado básicamente dos soluciones al problema:
- Frenar el crecimiento de los bancos, a través de políticas de defensa de la competencia.
- Dotar al sistema financiero europeo (o mundial) de fondos procedentes de la propia banca para “salvar” a los bancos que entren en barrena. De esa manera se elimina la relación entre problemas bancarios y deuda soberana.
Respecto al segundo, es una propuesta a nivel europeo que está en estudio actualmente.
Dados los plazos que este tipo de asuntos lleva en el seno de la UE, no esperemos que tengamos un mecanismo similar cuando caiga el próximo banco calificado como “sistémico”.
Hay que entender que en esta ocasión nos ha tocado a nosotros, pero que otros muchos bancos en la UE pueden entrar en la misma situación en cualquier momento.
Entre los economistas hay opiniones para todos los gustos, desde los más liberales a los partidarios de una intervención estatal sobre la economía. Lo que sí tenemos claro es que desconocemos si las medidas apuntadas tendrán los resultados que se prentenden.
En cualquier caso, nuestra economía, nuestro bienestar y hasta nuestra tranquilidad no pueden estar supeditados a lo más o menos “sistémicos” de cada uno de los bancos europeos.
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