Como
ya ocurrió con la bajada del 5% en 2010, la congelación afectará a
todos los funcionarios, aunque trabajen para una comunidad. Cada
autonomía podría plantear, además, recortes adicionales.
Mariano Rajoy ha pedido un
«esfuerzo excepcional» a los empleados públicos, y eso incluye a todos,
ya trabajen para el Gobierno central o para las distintas comunidades
autónomas. Todos perderán, por tanto, la paga extraordinaria de Navidad,
verán reducidos sus días libres durante el año, los denominados
moscosos, y sus bajas laborales serán gestionadas y controladas con los
mismos ratios que en el sector privado.
Medidas que cada región podrá
complementar con los ajustes extra que considere oportunos para cumplir
con los objetivos de déficit público, del 1,5% este año.
Y, como ya informó ABC, los empleados públicos no recuperarán la pérdida de salario en metálico.
El porcentaje de reducción del sueldo que supondrá la eliminación de la
paga extra este año, entre el 5% y el 7% en su nómina bruta anual, será
utilizada por la Administración para dotar el fondo de pensiones que tienen suscrito los empleados públicos.
Mariano Rajoy congeló las aportaciones del Estado a este fondo durante este año,
lo que supuso una nueva vuelta de tuerca para un colectivo que en 2010
sufrió una rebaja media de sueldos del 5% y congelación de las
retribuciones en 2011. Ese año sí se destinó hasta un 0,3% de la masa
salarial a la financiación de aportaciones a planes de pensiones.
Vía finanzas.com
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