Una de mis misiones en este blog y creo que una de las más importantes, es la de reconducir a los elliottistas recalcitrantes y bajarles un poco los humos. No soy un detractor de la teoría de ondas y reconozco que cuento de cuando de cuando, pero estimo que ni el mercado es tan complicado, ni es necesario estar todo el día en las “minute”. Esta labor hay que dejarla para cuando es realmente necesaria y, mientras tanto, disfrutar más y sufrir menos.
¿Por qué sufro con Elliott? Porque es un sistema que sirve muy bien para aquello de “¡¡si hubiera entrado aquí!!” y muy mal para “¡¡ahora es el momento!!” Es por eso que nuestro contador oficial, Ángel, ha tenido que irse cada vez más hacia las “minute” en sus intentos de afinar todo lo posible las entradas y las salidas porque aspira a entrar en mínimos y salir en máximos de cada onda menor.
Hay que aclarar algo fundamental. Se puede operar entrando y saliendo en cada onda si cumples dos condiciones. La primera, saber de la teoría de Elliott más que Elliott, Neely, Ramki y Cagigas juntos. Segunda, tener tiempo y paciencia para estar todo el puñetero día pintando y pintando. Es decir, hay que ser Ángel Matute y, para bien o para mal, yo no lo soy.
Por mucho que se empeñe en explicarme las cosas, yo seguiré reduciendo mis “contadas” al mínimo imprescindible para hacerme una idea de para dónde sopla el viento y, eso sí, me aplicaré más en los momentos en los que los indicadores de amplitud me avisan de que la cosa está calentita para entrar o para salir, lo que seguramente vendrá bien a los novatos en esto del mercado. Me comprometo a seguir siendo un novato para todos los que necesiten simplicidad.
Mis métodos “artificiales”
Seguramente por eso me he dedicado desde que conozco a Ángel a diseñar indicadores que me puedan aproximar a sus conocimientos por “métodos artificiales”. Si hay que contar ondas, que las cuente el E-RSI 19/39, que para eso está y que le ayude la ADn, que tampoco es manca. Y como sé que tienen discrepancias de cuando en cuando, tengo de árbitro a Gatillo y sus zonas rojas y a Bull/Bear y sus rojos intensos de la versión mejorada.Si miramos un par de gráficos lo veremos más claro. Comenzaremos con el Excel para ver qué nos dice la ADn:
Tendréis que cliquear el gráfico para ver las leyendas algo más grandes, pero en esencia queda claro que si pierde el nivel 80 podemos estar ante el inicio de una corrección y los jugadores de corto plazo deben abandonar el barco. Si pierde el nivel 50 se certifica que estamos en corrección y si pierde el nivel 20 es un retroceso de los serios, digno de ser llamado onda correctiva. ¡Pues no siempre es tan claro!, porque el mercado es caprichoso y, aunque a la larga, a toro pasado, lo ves clarísimo en el gráfico ya completado por la derecha, en los momentos claves cuesta algo más reconocer cada onda sólo por la ADn cuando el mercado se pone terco. Por eso hay que seguir mirando cosas, en este caso lo lo que nos dicen el E-RSI19/39, Gatillo y Bull/Bear:
¡¡Voilá!! Todo parece más sencillo. Partiendo de la base (mínimos conocimientos de Elliott, no descubro nada) de que la secuencia es A-B-C1-C2-C3-C4-y C5 para dar paso a la corrección de quinta en gran ABC, la ADn nos había marcado sin dudas la B y dejaba problemas en las C2 y C4. En el caso de la presunta C2 porque no había llegado antes a la zona de sobrecomprado y eso siempre genera dudas y en el caso de la presunta C4 porque se dio la vuelta tan rápido en el entorno de los 50 que nos dejó perplejos.
Por tanto, nos vamos a PRT a ver qué nos aclara. Le pediremos a un retroceso que deba ser marcado como corrección a efectos de recuento de Elliott una sencilla regla: dos de los tres indicadores de PRT deben decir que lo es. Si además la ADn lo corrobora, miel sobre hojuelas. Lo que no ocurrirá nunca es que diga lo contrario.
Al E-RSI 19/39 le pedimos que muestre rojo, a Gatillo exactamente lo mismo y a Bull Bear que muestre rojo intenso, con independencia de si la barra se encuentra sobre cero o por debajo de cero. ¿Queda claro por qué no cuento ondas? A esto le llamo yo jugar con ventaja, tanta que en la corrección de quinta Bull/Bear avisó con una barra rojísima en un momento inopinado, donde suelen salir solo naranjas. Unos días después, E-RSI y Gatillo se sumaron a la fiesta y quedaba claro que el movimiento alcista había terminado. Era el momento de cerrar los largos.
¿Qué hacer entonces? Para el que lo quiera todo, es el momento de buscar cortos. La corrección de quinta siempre es más intensa y sus resultados más jugosos. Pero mucho ojo, no sería la primera vez que dejan a todo el mundo colgado con una corrección meteórica y de los cortos solo se sacan pérdidas. Mi elección, salvo que haya otros indicios de que podemos estar ante un cambio de tendencia, es mantenerse en liquidez y esperar a que termine la corrección para volver a entrar largos.
También ahí nos ayudan decisivamente los indicadores. La ADn cruzando el nivel 20, el oscilador McClellan cruzando el nivel cero, los precios en niveles de soporte relevante y el resto, ya lo véis. ¡¡Hasta suelen avisar con una divergencia que en este caso se produjo hasta en la ADn!!
No obstante, he de reconocer que en la corrección de quinta es cuando más trabajo tengo. Es posiblemente en el único momento en el que cuento ondas con tanta habitualidad como Ángel y no sólo para establecer el momento del fin de la corrección, sino porque en el más largo plazo me interesa saber qué niveles marcan el límite entre corrección y cambio de tendencia, porque a veces ocurre y para eso sí que las teorías de Elliott y Dow son absolutamente válidas. Además, es el gran momento de buscar los soportes relevantes.
Complementariamente, pensando siempre en que se trata de una corrección y que se podrá volver a entrar al alza, comienzo a rastrear en los mercados los “candidatos” a merecer el honor de entrar en mi cartera, Que nadie se ría, porque la actitud es exactamente esa. Somos inversores muy selectivos. Buscamos lo mejor entre lo mejor y cuando lo encontramos lo compramos, pero siempre nos abstenemos de entrar en “medianías”.
Siempre mercados fuertes y los valores más fuertes en esos mercados y con la inestimable colaboración de Arco Iris y Semáforo Alcista, que se las apañan estupendamente para buscarme los valores que no van a fallar. Debo admitir que para los valores me niego a contar ondas, que la mayor parte de las veces no hay forma de hacerlo y me suelo fijar más en las figuras.
A cambio de esta simplificación, mis entradas nunca se producen en el “antes” porque es justo en ese momento en el que aparecen los mejores valores en los que entrar en el “durante”. A veces dejo de ganar algo porque el valor ya ha concluido su corrección, pero gano mucho en seguridad. Me saltan pocos stops y suelen ser de “calderilla”.
Una vez dentro, mi objetivo es siempre mantenerme durante toda la pauta alcista, gestionando los stops como expliqué en esta entrada y, en ocasiones, piramidando posiciones en ganancias en busca del nuevo impulso tras la primera corrección. Pero no siempre lo hago. Tiene que estar muy claro. ¿Hasta cuando mantenerse?
Cuando se hayan producido dos retrocesos en el S&P 500 dignos de ser tomados por tal por lo que marquen los indicadores, ahí contaré ondas como un canalla para deshacer las posiciones lo más cerca de los máximos que pueda con la ayuda inestimable de la nueva configuración de Bull/Bear y, si algún otro indicador de cambio de tendencia me lo indica, estaré preparado incluso para abrir cortos, que no hay que desdeñar el “lado oscuro” si se es capaz de hacer una entrada temprana.
Llevo una operativa pausada, lejos del torbellino en el que siempre está instalado Ángel, y procuro mantenerme dentro de los valores seleccionados durante toda la pauta. No hay que agobiarse, ni intentar asimilar en diez días todo lo que Elliott y sus seguidores nos han ido enseñando. Se puede hacer todo mucho más sencillo mientras seguimos aprendiendo. No os desesperéis que cuando los indicadores nos avisen, yo os iré dando las señales que necesitáis. Mientras tanto, seguiré el mercado desde donde debe seguirse en verano: desde la piscina.
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