Hemos cumplido 100 posts y estamos realmente contentos. Hemos encontrado fieles lectores para nuestra iniciativa, hemos encontrado mucha gente deseosa de aportar y nosotros mismos nos hemos encontrado útiles resolviendo dudas, aportando ideas y explicando nuestro sistema. La web es más o menos a día de hoy lo que queríamos que fuera cuando nos lanzamos al ruedo.
En las próximas semanas llegará el primer libro, que os prometemos que será ameno y muy barato, ya que no se distribuirá más que en versión electrónica. Ya ha comenzado la fase de corrección y confrontación, que cuando algo tiene dos autores siempre hay que afinar mucho hasta que se dice exactamente lo que los dos quieren decir.
Más adelante, quién sabe. Nada está descartado. Cuando aún no hemos terminado el primer libro ya nos rondan por la cabeza otro par de ellos, así que es posible que para el próximo año tengamos más. Tampoco está descartado hacer algo presencial, más allá de las periódicas comilonas que Ángel se mete entre pecho y espalda con algunos de vosotros, pero para eso necesitaremos superar un escollo hasta ahora insalvable: encontrar la fórmula para no caer en el concepto de “curso-timo” de fin de semana que se lleva por ahí. Estamos dándole vueltas y todo es posible. ¿Ideas?
Entre tanto, agradeceros vuestra colaboración, felicitaros muy sinceramente por el nivel que demostráis y lo rápido que váis asimilando conocimientos que muchas veces no son tan sencillos como parece y desear que sigáis con nosotros.
Sin embargo, hay un par de detalles que salen con cierta regularidad en nuestras conversaciones y para los que no hemos encontrado una solución porque no dependen de nosotros.
El primero de ellos es el extraño misterio de las valoraciones de los posts. La mayoría de los posts tienen más de 100 entradas y el que más valoraciones tiene hasta ahora acapara la tremenda cifra de siete votos. Es poco para lo que nosotros esperábamos. Las valoraciones de los lectores debería ser para nosotros una guía utilísima de por dónde seguir y qué cuestiones interesan más, pero para nuestra sorpresa no ha sido así.
Además, existe un problema añadido que hemos detectado y alucinamos todavía más con él: Muchas de estas valoraciones son negativas. Cuando abres las estadísticas descubres que en un mismo post hay tres cincos y un uno, lo que significa que alguien considera pésimo el artículo. Hasta aquí normal, pero nos desconcierta que quien vota tan negativamente no expresa ninguna queja en los comentarios.
El “negativo silente” es un fenómeno que se va convirtiendo en habitual y que nos gustaría erradicar. Este blog es libre y siempre que se diga de forma educada, las críticas son bienvenidas, que suponemos que no siempre estaremos acertados. Por ello, por favor, nos gustaría que valoraseis los posts e hicieráis constar qué es lo que no gusta cuando no os guste algo, porque es la mejor manera de mejorar.
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