Caja Madrid y Bancaja, antes de convertirse en Bankia,
realizaron operaciones de alto riesgo y escasa o nula rentabilidad.
Esta es la lista de errores cometidos por estas dos cajas que fueron
presididas por Miguel Blesa y José Luis Olivas.
Bankia es el mayor dolor de cabeza del ministerio de Economía, del Banco de España y de miles de cuentacorrentistas. El estado tendrá que inyectarle miles de millones. ¿De dónde proceden las operaciones fallidas de este gigante financiero compuesto hoy por siete antiguas cajas de ahorro?
La Torre Repsol en Madrid. Norman Foster diseñó para Repsol una de las cuatro Torres que destacan en el perfil de Madrid. Repsol decidió a última hora no ocupar ese edificio, sino mudarse a otra zona de Madrid. En 2007, el consejo de Caja Madrid dio luz verde para comprar este gigantesco rascacielos de 44 pisos a Repsol. Precio: 815 millones de euros. El 70% se pagó en efectivo y el 30% restante, en la entrega del edificio, en 2009. Se esperaba que fuera la sede de la futura Caja Madrid: 74.000 metros cuadrados de oficinas, capacidad para albergar a 4.000 personas. Según la consultora Aguirre Newman, ya en el primer semestre de 2009 el mercado de alquiler de oficinas se había depreciado un 44% respecto a 2008.
Hipotecaria Su Casita en México. En julio de 2008, el mismo mes en que Martinsa entraba en suspensión de pagos, Caja Madrid terminaba la compra del 100% de Hipotecaria Su Casita. Tenía 100.000 clientes y el 10% del mercado hipotecario mexicano. México era uno de los mercados inmobiliarios de mayor crecimiento en América. Caja Madrid había ido comprando Hipotecaria su Casita desde 2005 hasta 2008. En suma, invirtió 332 millones de euros. Pero le afectó de lleno la crisis de las hipotecas basura de EEUU. Hace un mes, estaba tramitando su liquidación.
City National Bank of Florida. En abril de 2008 Caja Madrid anunciaba la compra del City National Bank de Florida por 927 millones de dólares (unos 750 millones de euros). Era el sexto mayor banco privado de Florida y estaba especializado en crédito a empresas, especialmente clientes hispanoparlantes. Pero el City resultó afectado por la crisis hipotecaria americana, y Caja Madrid tuvo que inyectar 76 millones de euros en 2010 para amortiguar las pérdidas. Ahora está en fase de recuperación. En 2011 ganó 26 millones de euros.
Inmobiliaria Martinsa-Fadesa. El empresario Fernando Martín, que fue presidente del Real Madrid, desembolsó en 2007 más de 4.000 millones de euros para comprar la inmobiliaria Fadesa. Caja Madrid prestó 1.000 millones. Martinsa Fadesa entró en suspensión de pagos al año siguiente. Salió de la suspensión de pagos a principios de 2011, cuando los acreedores pactaron su plan de salvación. A finales de ese año, Martinsa-Fadesa mantenía una deuda con las instituciones financieras equivalente a 5.679 millones de euros.
Realia. Creada en 2000 con la aportación del patrimonio inmobiliario de Caja Madrid y FCC, en 2007 obtuvo unos ingresos de 813 millones de euros el alquileres y venta de oficinas y pisos. Al año siguiente, los ingresos cayeron a 468 millones de euros. Las pérdidas fueron de 45 millones, que aumentaron a 54 millones al año siguiente. En el primer trimestre de este año perdió más de 4 millones de euros. Su deuda con entidades de crédito es de 2.182 millones de euros. Ahora, trata de refinanciarla, segun información de Cinco Días. Bankia tiene el 27% de las acciones de Realia.
Créditos a inmigrantes. Caja Madrid fue una entidad dinámica en la concesión de créditos (hipotecarios y al consumo) a los inmigrantes. “Durante la etapa del auge inmobiliario, los inmigrantes eran excelentes pagadores”, dice una fuente de la antigua Caja Madrid. Pero al cambiar el ciclo económico, se destapó el riesgo. Primero: los inmigrantes se avalaban unos a otros, es decir, no tenían a los padres como avalistas. Segundo, la mayoría trabajaba en la construcción, el sector más castigado por la crisis. Tercero, los inmigrantes tenían menos cultura financiera y asumían riesgos exagerados (que Caja Madrid no supo o no quiso detectar a tiempo). Muchos de ellos volvieron a sus tierras dejando el piso en Madrid como dación en pago forzosa. Es imposible saber a cuánto equivalen estos créditos de la masa de 31.798 millones de euros de activos tóxicos de Caja Madrid.
Participaciones preferentes. Bankia mantiene un saldo de 4.000 millones de euros en participaciones preferentes. Estos productos parecían acciones, pero parecían más bien depósitos. Fueron emitidos por las siete cajas que componen Bankia para obtener capital. Ofrecían un alto tipo de interés, hasta el 7%. Pero son productos de segunda categoría: no tienen derechos políticos, no es fácil venderlas, el emisor decide cuando recuperarlas y han perdido gran parte de su valor. Muchos analistas esperan que se ofrezca a los tenedores de preferentes la posibilidad de canjearlas por acciones de Bankia. Tendrán que aceptar unas acciones que, desde salieron a Bolsa en julio de 2011 por 3,75 euros, se han devaluado a 1,8 euros esta semana.
Banco de Valencia. Desde 1994 el principal accionista era Bancaja. Banco de Valencia llegó a ser el séptimo banco en España, con una inversión en activos de casi 19.000 millones de euros. Cotizaba en Bolsa. El problema es que el 95% de esta inversión era crédito promotor. A finales de 2011, Banco de Valencia fue intervenido por el Banco de España que le inyectó 3.000 millones de euros. Tenía un déficit patrimonial de 562 millones de euros. El presidente era José Luis Olivas, que era presidente de Bancaja, y que fue presidente de la Generalitat de Valencia. Los accionistas han acordado emprender una acción de responsabilidad civil contra Olivas y su equipo.
Bancaja Habitat. Era la división inmobiliaria de Bancaja. Su gran agujero provino de los incautos créditos a promotores de suelo. “Eran créditos para urbanizar secarrales de quinta y sexta línea de playa”, comenta una fuente vinculada con la caja. Al estallar la crisis del ladrillo, estos créditos pasaron a la rúbrica de impagados. "Tras la integración en Bankia, cada día nos encontrábamos un pufo de Bancaja", dice una fuente procedente de Caja Madrid. Todavía se están evaluando los daños colaterales de estos créditos.
Los Cabos, Grand Coral, México. Bancaja se lanzó a la adquisición de 1.200 hectáreas de terreno en la región de Baja California. La idea era construir un gran complejo de lujo. Formaba parte del atractivo Plan Maestro Grand Coral, situado en el municipio de Los Cabos. Se invirtieron 200 millones de euros. Se pretendía construir de 36.000 apartamentos turísticos-residenciales, un campo de golf de 18 hoyos y hasta un sistema de comunicaciones troncales por carretera. Seis años después de aquella gigantesca operación no se ha construido nada.
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