Cierre de los mercados europeos - Miguel Larrañaga desde DiarioAbierto.es
Cuando confluyen en un mismo día tantas
cosas, tantos anuncios, tantas noticias y tantos rumores, no es por
casualidad. Son esos raros días de "tormenta perfecta" y hoy ha sido uno
de ellos. De fondo, cuentan que una pelea a muerte entre España y
Bruselas.
Efectivamente, nada es por casualidad, como tampoco lo es que Bruselas salga proponiendo que los bancos sean rescatados directamente por el Fondo de Rescate y a los pocos minutos salga Oli Rehn, en teoría vicepresidente de esa misma Comisión Europea, diciendo que no es aplicable a España porque se tardarán meses en cambiar la legislación para permitir esos rescates. El efecto de ambas declaraciones es claro a simple vista:
El velón verde corresponde al suspiro del mercado cuando supuso que el Fondo de rescate iba a entrar en escena de inmediato a terminar con el culebrón de Bankia, pero no. Enseguida volvimos a donde estábamos y aún un poco más abajo después de que Oli Rehn negara la mayor.
Y tampoco creo que sea casualidad que la Comisión Europea admita, precisamente hoy que España pueda retrasar un año su objetivo de déficit del 3% siempre que cumpla determinadas condiciones, entre ellas subir el IVA de los artículos que disfrutan de tipo reducido y generalizar la jubilación a los 67 años.
En cualquier caso, lo que no es casualidad, por habitual, es que Montoro diga que no al mismo tiempo que De Guindos dice que sí a la subida del IVA. Con la afición que tenemos en España al periodismo de ciencia ficción, en unos días imagino una campaña diciendo que De Guindos es un agente alemán infiltrado en el Gobierno, el topo de la señora Merkel en la mesa del Consejo de Ministros del pobre Rajoy, al que le está cayendo una buena pero tiene toda la pinta de que no es ajeno a nada. Miren que no creo que un tipo tan tonto (De Guindos, no me malinterpreten), que sigue diciendo que la prima de riesgo bajará cuando se despejen las incertidumbres ¡¡sobre Grecia!!, sea agente de nadie, y menos de los alemanes, pero en este periodismo de conspiranoias es una variable a valorar.
Se preguntarán ustedes por qué de repente creo que Rajoy se está enterando de algo, así que se lo voy a contar. Por ahí fuera se dice abiertamente que España está echando un pulso a Europa. Financial Times asegura que es una partida de poker y que Rajoy no va de farol en su apuesta, que consiste ni más ni menos que en lograr por las bravas si es necesario que el BCE abandone su postura tancredil y entre al trapo de respaldar la deuda española. Entre tanto, en Fráncfort y Bruselas apuestan por no intervenir, mandados desde Berlín, y el juego consistiría en que a Rajoy no le importaría tener la prima de riesgo tan alta como sea necesario con tal de que aflojen la mano en Europa y, sobre todo, que "apoyen a quienes están cumpliendo", frase archirrepetida por el jefe del Gobierno español en los últimos días.
El escenario de esta partida, evidentemente, es la prima de riesgo española, hoy en máximos de 540 puntos, y el "ligero inconveniente" que elevará el tipo de las nuevas emisiones de deuda (aunque hasta julio hay margen). Y el motivo de fondo de la apuesta es que Rajoy desea a toda costa un rescate "light" en lugar de las catástrofes que la UE llevó a cabo con Grecia, Portugal e Irlanda. La amenaza velada es la que cuenta Matthew Lynn en su artículo, la salida del euro de España por las bravas, que eso sí que no es deseado por nadie en la Eurozona. Y el pulso, como se ve, está en su momento álgido.
¿Y las Bolsas? Pues con la noticia de que lo de Bankia era un no, se fueron al garete, quisieron reaccionar cuando fue un sí lo del Fondo de Rescate, pero no han podido sobreponerse a la decepción causada por las "matizaciones" de Rehn. Se vuelve a poner de manifiesto, además, que cualquier reacción comunitaria se hace a peso de paquidermo, así que los "malvados especuladores" tienen días, semanas, incluso meses, para hacer lo que les venga en gana antes de que en la UE se pueda hacer algo.
No les aburriré mucho más. Sólo señalar que seguimos cayendo y que los niveles a los que vuelve el Dax son los de "non plus ultra", una línea que ha fue rebasada ampliamente por el Ibex. El Dax cayó un 1,81%, el CAC un 2,24%, el FTSE un 1,74% y el Ibex un 2,58%. Son los resultados palpable de una tormenta perfecta que tiene toda la pinta de seguir en los próximos días.
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