En el informe de hoy podrá encontrar:
Hoy: "Por favor, que el mercado ya no corra más… o nos quedaremos sin recorrido para 2018."
Si las bolsas siguen corriendo a este ritmo podemos encontrarnos con un problema: o bien los resultados empresariales son aún mejores de lo esperado y, además, no se interpone ningún obstáculo exógeno en el camino (política, geoestrategia…), o bien las bolsas capturarán en 2017 casi todo el potencial estimado también para 2018. Expresado más directamente: 2017 casi habrá “devorado” 2018. Es impopular decirlo, pero podría suceder.
Todo el mundo prefiere que las bolsas suban, que los bonos estén caros (TIR reducidas) para que los costes de financiación sean bajos y los bonistas obtengan plusvalías, que el petróleo no se abarate demasiado para que los productores emergentes puedan desarrollarse y expandirse, pero que no se encarezca demasiado para que también las economías desarrolladas consumidoras puedan pagarlo sin frenar su expansión... Y que principales divisas se mantengan en rangos de equilibrio asumibles por todas las partes (USD/JPY/€…). Conseguir que todo eso suceda simultáneamente y permanezca de manera aparentemente sostenida en el tiempo es muy improbable. Pues precisamente eso es lo que tenemos hoy. Y tiene sentido porque los 3 pilares básicos del mercado lo soportan: macro, resultados empresariales y presión de liquidez (bancos centrales, pero también ahorro de las familias y generación libre de caja de las empresas).
Hoy: "Por favor, que el mercado ya no corra más… o nos quedaremos sin recorrido para 2018."
Si las bolsas siguen corriendo a este ritmo podemos encontrarnos con un problema: o bien los resultados empresariales son aún mejores de lo esperado y, además, no se interpone ningún obstáculo exógeno en el camino (política, geoestrategia…), o bien las bolsas capturarán en 2017 casi todo el potencial estimado también para 2018. Expresado más directamente: 2017 casi habrá “devorado” 2018. Es impopular decirlo, pero podría suceder.
Todo el mundo prefiere que las bolsas suban, que los bonos estén caros (TIR reducidas) para que los costes de financiación sean bajos y los bonistas obtengan plusvalías, que el petróleo no se abarate demasiado para que los productores emergentes puedan desarrollarse y expandirse, pero que no se encarezca demasiado para que también las economías desarrolladas consumidoras puedan pagarlo sin frenar su expansión... Y que principales divisas se mantengan en rangos de equilibrio asumibles por todas las partes (USD/JPY/€…). Conseguir que todo eso suceda simultáneamente y permanezca de manera aparentemente sostenida en el tiempo es muy improbable. Pues precisamente eso es lo que tenemos hoy. Y tiene sentido porque los 3 pilares básicos del mercado lo soportan: macro, resultados empresariales y presión de liquidez (bancos centrales, pero también ahorro de las familias y generación libre de caja de las empresas).