4 de Mayo de 2012 en esbolsa.com. Ayer salía la noticia en los periódicos de la venta en subasta del “El Grito” de Edvard Munch, el cuadro que se ha convertido en el más valorado en una subasta hasta la fecha. El cuadro se vendió este miércoles en Nueva York por la nada despreciable cifra de 119,9 millones de dólares, superando los 106,5 millones de dólares (81 millones de euros) de “Desnudo, hojas verdes y busto” de Picasso, el máximo histórico alcanzado hasta ahora por un cuadro en una subasta.
A día de hoy, nadie conoce el nombre del millonario que compró la obra de arte por 120 millones de dólares. Charles Moffett, el hombre de Sotheby’s para el arte impresionista, moderno y contemporáneo, anunció hace unos días que ya tenía una decena de clientes interesados: cuatro asiáticos, dos rusos, dos norteamericanos y un museo.
Muchos os preguntaréis qué tiene que ver esta noticia con el título del post. Intentaré responder a esta pregunta a continuación…
Vikram Mansharamani publicaba en el 2011 un libro titulado “Boom Bustology: Spotting Finantial Bubbles Before They Burst”, o lo que traducido al castellano sería “Detectando burbujas financieras antes de que exploten”. En ese libro, bajo la premisa de “Aquellos que no aprenden del pasado están condenados a repetirlo”, examina la historia y la anatomía de las burbujas y caídas en los mercados financieros que van desde Tulipmanía en el 1600 hasta la crisis bancaria del 2008.
En este estudio, Vikram analiza cómo durante las grandes burbujas financieras los precios de obras de arte han marcado nuevos máximos. Esta relación entre las obras de arte y burbujas financieras le hacen al autor plantearse si el valor perteneciente a la casa de subastas más importante del mundo (Sotheby’s Holdings) puede utilizarse para medir la temperatura del mercado actual e incluso como indicador adelantado de caídas en los índices. La conclusión a la que llega es al menos interesante.
Japón es históricamente un país de grandes coleccionistas de arte. A finales de 1989 el Nikkei japonés marcaba sus máximos históricos y las grandes fortunas competían por batir records de precios en el mundo del arte, pero si nos fijamos en el precio de la acción de Sotheby’s Holdings había hecho un máximo dos meses antes para empezar a caer. Meses después el Nikkei empezaba a caer sin encontrar suelo.
Pero no hace falta irnos tan lejos, si comparamos los últimos 20 años de Sotheby’s con el S&P 500 podemos ver analogías ciertamente interesantes. En 1999 el valor marcó un máximo con una antelación de 14 meses respecto al S&P 500. En Octubre del 2007 hacía máximos al mismo tiempo que el S&P500.
Si nos fijamos en el gráfico, Sotheby’s marcó un máximo a principios del 2011. ¿Nos estará ese máximo avisando de nuevas caídas con cierta antelación? Recordemos que en 1999 se adelantó 14 meses…
En una entrevista justo antes de la publicación de su libro, Mansharamani comentaba que este máximo en el precio de Sotheby’s podía ser debido a la burbuja generada por los nuevos y ricos coleccionistas de arte en China. Si observamos el gráfico del valor comparado con el índice Hang Seng, el valor hace máximo justo un mes antes del índice y a partir de ahí el índice comienza a caer sin haber conseguido superar de nuevo los máximos precedentes.
Es cuestión de tiempo que veamos si este máximo marcado por Sotheby’s es también un aviso adelantado para el mercado americano, o simplemente se trata de la reacción a la burbuja china. Pero sí parece por este estudio que una correcta interpretación del movimiento de Sotheby’s Holdings puede requerir el conocimiento de quién está propulsando esta nueva burbuja en el mercado del arte. Las nacionalidades de aquellos que compran estas obras de arte marcando record de precio en subasta pueden darnos una buena pista.
Habrá que estar atentos al nombre del comprador…
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