La indecisión reina en el mercado

Cierre en Wall Street - M. L. - 10-05-2012. 

Los índices americanos siguen sin ponerse de acuerdo para tirar del mercado y en esta ocasión el lastre ha sido un Nasdaq Composite que lleva ya algunas semanas desincronizado con el Dow Jones

Lo único que me gusta de lo que está haciendo Wall Street en los últimos días es el volumen y que mis indicadores habituales de mano fuerte revelan que los grandes toman posiciones y no venden. Pero el comportamiento de los índices deja bastante que desear y son incapaces de ponerse de acuerdo para acompasar el ritmo. Hoy ha sido el Nasdaq el lastre como ayer lo fue el Dow Jones. La indecisión reina en el mercado y los movimientos son cortos y muy cautelosos.

Es una extraña situación a la que solo encuentro una explicación apoyándome en la teoría de ondas de Elliott. El Nasdaq está desacompasado con el resto de índices desde hace semanas y quienes saben mucho de estos dicen que cuando sucede algo así el mercado se toma su tiempo y no sale de atolladero hasta que se sincronizan. El Dow marcó nuevo máximos en el último estirón mientras el Nasdaq se quedaba muy lejos de los suyos, lo que configura a un Nasdaq en una corrección más profunda que el Dow. De esa forma, la mayor parte de los días las intenciones de ambos índices son opuestas.
En estas condiciones el árbitro debería ser el S&P 500 pero tampoco se le ve con demasiada fuerza y no marcó nuevos máximos al mismo tiempo que el Dow Jones tampoco. Así, mientras el Dow anda metido en un canal ligeramente alcista, el S&P 500 presenta desarrollo bajista y el Nasdaq Composite aún más bajista. Y para colmo, los tres índices están en estos momentos cerca de las líneas que hace de soporte en las figuras que están formando, con lo que los nervios se acentúan.
Incluso, la aparición del volumen se está produciendo de forma mucho más acusada en el Dow Jones lo que puede significar dos cosas contrapuestas: o el inversor se está refugiando en los grandes valores ante la creencia de que resistirán mejor un periodo a la baja y siempre les quedará el dividendo, o en realidad están cargando la mochila porque esperan que sean estos valores los que tiren del mercado y, por tanto, sean los primeros en subir.
Y tampoco es que se pueda confiar mucho en los datos macroeconómicos, que poco van reflejando que tras una fulgurante mejora hace unos meses ahora están en una fase de estabilización por lo que casi nunca sorprenden al mercado. Si le unimos que al otro lado del Atlántico son menos optimistas respecto a Europa que en el Viejo Continente, tenemos trazado el mapa de los temores. Y, esto sí es que siempre así, si el mercado teme, no sube.
Al cierre, el Dow ganó un 0,16%, el S&P 500 un 0,25% y el Nasdaq retrocedió un 0,04%. Como pueden ver por el resultado final, la indecisión se ha hecho la reina del mercado.
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