viernes, 9 de noviembre de 2012

Todo son alegrías


08/11/2012

Miguel Larrañaga.  La sesión iba por el camino de terminar en positivo, pero entre Draghi y Schäuble se encargaron de orientarla hacia el Sur. Con estos tipos, todo son alegrías.
Dos veces intentaron los índices emprender el camino de regreso desde las profundidades en que quedaron sumidos ayer y dos veces se encargaron de laminar cualquier posible atisbo de reacción.

Primero fue el ministro alemán de EconomíaWolfgang Schäuble, el que puso la gota de amargura en el intento de reacción, al certificar que Grecia no va a recibir de inmediato los fondos del nuevo tramo del rescate que habrían quedado liberados tras la aprobación del nuevo paquete de recortes por el Parlamento.
Al parecer, es necesario que la troika evalúe con exactitud las medidas aprobadas y las cuantifique y no dará tiempo a que esté todo preparado para el día 12, así que por lo menos hasta el 26 no hay nada que hacer. Schäuble fue especialmente duro al subrayar que “por el momento no veo que se hayan tomado decisiones“.
Lo peor es que, una vez más, se ha observado una profunda disparidad de criterios entre Berlín y Bruselas, toda vez que desde el ejecutivo comunitario se aplaudía el programa de recortes, se felicitaban por la aprobación parlamentaria del mismo y se hacían votos por la pronta llegada de la prometida ayuda.
Pero si esto no fuera suficiente, al presidente del Banco Central Europeo le tocó hoy mostrar su cara menos amable. Tras la reunión del BCE en Francfort, Mario Draghi se ocupó cuidadosamente de echar por tierra cualquier esperanza de que la prima de riesgo española vaya a relajarse incluso si se procede finalmente al rescate.
Y es que la prima de riesgo sigue subiendo una vez pasado el “efecto BCE”. Los inversores descuentan que no va a haber rescate al menos de momento y si no van a poder “endosar” su deuda al BCE exigen más para prestar su dinero a España. Hoy ya ronda los 450 puntos y eso que la subasta de deuda se ha resuelto favorablemente dentro de lo que cabe y con ella el Tesoro ha completado sus necesidades de financiación para todo el año.
¿Dentro de lo que cabe? ¿Cómo dice usted eso si en todas partes se viene hablando de éxito? Sencillo, porque no quiero mentirles. Poner en el mercado deuda a 20 años con la que está cayendo obedece a no sé muy bien qué estrategia y pagar un 6,3% por ella me parece una auténtica barbaridad.
Ya sé que me van a decir que se pagó más de un 7% hace bien poco, pero eso no debe contentarnos. Mucho me temo que los que tienen el dinero que necesitamos no están muy dispuestos a prestárnoslo barato y menos si al final no va a haber rescate. Ya lo ha dicho hoy Draghi alto y claro: si España no pide el rescate, el BCE no puede ofrecer garantías y si lo pide, en realidad, tampoco puede garantizar que vaya a bajar su prima de riesgo.
¿Con este panorama, cómo van a subir las Bolsas? Bastante bien quedaron al final, porque si te pones a pensarlo seriamente, las cosas están para llorar. Una vez más, Alemania se jacta de incumplir sus compromisos y da otra vuelta de tuerca a una Grecia que ya no puede más y otra vez más el BCE se declara absolutamente incompetente para casi cualquier cosa. ¿Quieren que en estas condiciones alguien invierta en el Viejo Continente? Ya lo dijo Obélix: “están locos estos romanos”.
En fin, que entre tanta alegría, el Dax perdió un 0,39%, el FTSE un 0,27%, el CAC un 0,06% y el Ibex un 0,48%. En realidad, poca cosa para lo que debió ser.
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