El popular
Hombro-Cabeza-Hombro, figura que muchos de vosotros habréis tenido ocasión de conocer o al menos escuchar. Forma parte de las figuras chartistas que probablemente anticipen el cambio de una tendencia previa que era alcista, a una nueva bajista. ¿Cuáles van a ser los primeros síntomas o características que nos van a indicar la posible formación del
HCH? En un primer estadio, el primer hombro y la cabeza formados en la cotización no se van a poder distinguir de la tradicional tendencia alcista seguida por el valor. Tendremos que utilizar otros indicadores, como por ejemplo, el volumen, para poder observar cierta debilidad en la evolución del valor.
Lo habitual en una tendencia alcista, es partir de la premisa que en las subidas el volumen negociado es mayor al volumen que se produce en las correcciones. Y que a medida que se forman nuevos máximos, dicho volumen es igualmente creciente. Pues bien, una posible primera señal de debilidad, sería observar como esta pauta, no sigue en el primer hombro y cabeza formados. Este hecho, nos permite intuir una primera señal de debilidad en la tendencia.
No hay suficiente demanda o compradores que acompañen una subida mayor del activo y, por tanto, pese a haberse conseguido un nuevo máximo, la cotización puede iniciar el descenso en breve.
Una segunda señal que nos debe poner en alerta, sería ver corregir al precio, no hasta la línea en tendencia alcista que marca la parte baja del canal alcista que dibuja la cotización, si no que dicho retroceso, se produzca rompiendo la tendencia alcista actual y se dirija al próximo soporte configurado por el anterior mínimo relativo marcado.
El siguiente paso en el proceso de formación de esta figura, resulta del rebote que experimenta la cotización desde el nivel de soporte que representa el mínimo previo. Pero esta vez, el rebote no es capaz de alcanzar el teórico nivel de resistencia que fijaría el anterior máximo, si no que se queda en el máximo que ha anteriormente ha marcado el primer hombro. Lo habitual, y lo que suelen decir los manuales, es que este rebote se va a producir con un volumen bastante reducido.
Por último, para concluir el proceso de formación del HCH, veremos a la cotización retroceder a los mínimos que fijan el primer hombro y la cabeza de la formación. Es lo que se conoce como línea de cuello o neckline. La confirmación de la figura HCH vendrá tras la rotura a la baja de esta última línea de soporte. Lo lógico es observar un aumento de volumen al producirse tal situación.
Si queremos evitar, en la medida de nuestras posibilidades, posibles señales falsas o erróneas, resulta conveniente que utilicemos la aplicación de un cierto filtro al margen de caída. Es decir, una vez que se ha producido la ruptura, no dar por buena la señal de venta o la apertura de cortos, según el caso, hasta que la cotización, o bien haya alcanzado un nivel un tanto por cierto por debajo de la línea de cuello, o bien que la cotización haya cotizado por debajo de dicho nivel un determinado tiempo suficiente o bien cualquier tipo de filtro que nos sea válido en nuestra operativa.
En muchas ocasiones, después de la confirmación de la ruptura a la baja, puede ser habitual observar como la cotización realiza lo que se comúnmente se denomina pullback. Esto es, vamos a ver rebotar la cotización hasta la línea de cuello y una vez allí volver a proseguir con los descensos.
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