Como
ya ocurrió con la bajada del 5% en 2010, la congelación afectará a
todos los funcionarios, aunque trabajen para una comunidad. Cada
autonomía podría plantear, además, recortes adicionales.
Mariano Rajoy ha pedido un
«esfuerzo excepcional» a los empleados públicos, y eso incluye a todos,
ya trabajen para el Gobierno central o para las distintas comunidades
autónomas. Todos perderán, por tanto, la paga extraordinaria de Navidad,
verán reducidos sus días libres durante el año, los denominados
moscosos, y sus bajas laborales serán gestionadas y controladas con los
mismos ratios que en el sector privado.