Escrito por Lone el 29 julio, 2012En épocas económicas estables, lo que atrae la atención del ahorrador es la rentabilidad y, en segundo lugar, la liquidez. La seguridad del producto y de la entidad que lo emite suele quedar en último lugar.
Evidentemente vivimos un momento distinto, en el que la incertidumbre económica campa a sus anchas. Bancos nacionalizados e incluso en el punto de mira de su liquidación, productos tóxicos que bloquean el dinero o producen pérdidas muy importante al contratante y un largo etcétera de situaciones desfavorables para los intereses del ahorrador.