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FCC, como a otras muchas empresas y empresarios, no sólo le ha ahogado
la disminución de la actividad en todo lo que conlleva la palabra
“construcción”. Ha sido en su mayor parte la ausencia de financiación y
sobre todo la acumulación de facturas sin cobrar.
Empresas endeudadas hasta las cejas
producto de un espejismo en épocas de boom económico donde la ilusión no
deja ver ver el final del camino. Cuanto más te expandías más
posibilidades de beneficios y para crecer nada mejor que crédito
abundante y rápido.(De eso ya se encargaban los bancos).
La crisis nos ha dejado una lección. Disciplina para apartarte de la avaricia que supone tratar de crecer por encima de tus posibilidades con dinero ajeno.
El enganche es como la cocaina…