Argentina, el toque sutil
Posted: 03 Dec 2012 02:04 AM PST
Cristina Fernandez de Kirchner, Presidenta de la Nación Argentina
Hay muchas personas en las Islas que no quieren ser argentinos. De hecho, la economía inglesa está mucho mejor situada que la propia argentina y los ratios económicos son buenos. Reino Unido no está dentro del euro pero sí de la Unión Europea. Su moneda, la libra, es una de las más fuertes a nivel mundial – mientras escribo estas líneas está a ratio 1£ <-> 1,23€ lo que demuestra cierto ‘poder’ por parte de los ingleses.
Obviamente esta alza se debe a las múltiples políticas económicas que ha adoptado el ejecutivo de Cameron y a la situación actual del euro que está cayendo hacia bajo en línea recta y sin nadie que lo pueda parar. Sin embargo, no es el tema principal de esta semana tratar la situación económica inglesa – que es muy interesante – sino el de la economía que tiene interés en recuperar esas Islas Malvinas de las que hablábamos al principio.
La economía argentina está en boca de todos. Y, precisamente, no por cosas demasiado buenas. ¿Por qué? Seguro que al lector le suena el valiente acto de la Presidenta respecto a la expropiación de YPF a Repsol que conmocionó al mundo entero.
Tras esta acción se empezó a hablar de un ‘ataque económico’ a su país, de un boicot a sus productos, de un cancelamiento de las importaciones de ese país y de unos aranceles mucho mayores a los productos que Argentina exporta – especialmente la soja, el maíz y el trigo que están en pleno auge por el florecimiento de la industria encargada de esto mismo -. Si el lector ha probado a hablar alguna vez con un argentino y le comenta la crisis del euro, quizá podrá obtener una respuesta parecida a esta: “Nosotros llevamos en crisis muchos años“. Y, el que escribe estas líneas, ha tenido la posibilidad de hacerlo y la ha obtenido. Se ‘ríen’ de nuestra crisis. Se burlan de nuestro rescate. Y no es para menos: Argentina lleva pasándolo mal durante muchos años.
Argentina los años Dorados
Pero no siempre fue así. Durante toda la primera mitad del siglo XX el PIB argentino alcanzó los 4.987$ creciendo a una tasa anual del 2,75%, siendo una de las más altas de los países desarrollados del momento. EEUU creció durante la primera mitad del Siglo XX al 1,83% anual, Japón al 1,39%, Canadá al 2,17% y Alemania al 1,45%.Es decir: Argentina crecía a mayor ritmo que las demás. Debido a múltiples factores, la economía argentina parecía empezar a consolidarse como un emergente de primer tipo – tal y como los califica el Fondo Monetario Internacional -. Pero, por una u otra razón, esto no fue así. La economía argentina cayó en picado y se desplomó entrando en una recesión tan prolongada que perdura incluso hasta nuestros días. Obviamente, sucedieron cosas interesantes que pudieron propiciar esa caída*
Argentina la caída
Si hablamos de acontecimientos históricos, Argentina sufrió un golpe de estado cívico-militar que se llevó a cabo allá por 1976. Et voilá. Aquí tenemos el principio del fin. No tanto el golpe de Estado que corresponde una situación más histórica que económica, sino por las políticas que se llevaron en este tiempo.Fueron una serie de políticas neoliberales que, entre otras cosas, aumentaron la deuda – vaya, y esto sólo lo hacían los neokeynesianos y compañía, ¿no? – que se elevó de 7.875 millones de dólares al finalizar 1975 a 45.087 millones de dólares en 1983.
No sólo eso: se llevó a cabo una privatización de los servicios públicos de Argentina y la inflación poco-controlada por parte de Argentina, derivó en una situación de hiper-inflación que, finalmente, remató al país de Maradona – aunque a a un servidor no le agrade demasiado el fútbol, todo sea dicho -. La crisis de México – que Krugman cita como el Efecto Tequila – no le fue externa a Argentina y está se puso aún más ‘enferma’ por el contagío de su vecino provocando un crecimiento negativo. Es decir: gasto sí, pero con un destino claro.
Y la situación ahora no es más alentadora. La política, algunas veces autoritaria, de Cristina está llevando a cabo a Argentina al desastre. Obtuvo el 54,71.de los votos (es un dato aproximado) en las elecciones de 2011 por lo que, el pueblo argentino, sigue confiando en ella. Las consecuencias están siendo voraces:
Argentina sigue cayendo en la clasificación de países; está experimentando una de las fugas de capitales más fuertes de los últimos tiempos – que, sumado a sus dificultades de financiación por la poca predisposición de sus mercados a abrirse al exterior – que quizá provoque otra auto-recesión y muchas cosas más.
De hecho, el crecimiento del gasto público argentino está empezando a llegar a unos límites desorbitados. Servidor defiende el gasto público para estimular la economía pero un gasto con conciencia – a pesar de lo que dijese el maestro Keynes, uno no aprueba el ‘gasto por el gasto’; véase el ejemplo de la guerra -y que no provoque la situación en la que actualmente se encuentra Argentina. Además, es sabido por todos que está deuda aumentará progresivamente pero no irá destinada a mejorar la economía sino, ¡a pagar más deudas! Es decir, el Estado se endeuda para poder pagar sus deudas. Es un pez que se muerde la cola, ¿no cree?
Ante esto podríamos plantear diferentes soluciones. Por ejemplo, una de las más interesantes sería que abriesen sus mercados pero con unos mecanismos de regulación y de control por parte del Estado efectivos. Todo mercado emergente desprotegido es un ‘nido de especuladores’ y, la acción conjunta de estos puede hacer temblar aún más a la economía argentina.
Así mismo, tendrían que posicionarse de manera efectiva con respecto a su moneda: 1 peso argentino son 0,15€ – y si lo hace con la libra esterlina, se asombrará aún más -. Por lo que tendrán que llevar a cabo determinadas políticas monetarias que hagan fuerte a su moneda frente a carroñeros, seguros a sus mercados ante especuladores y una campaña que atraiga capital extranjero – todo esto sumado a muchas cosas más -. Veremos que pasa con Argentina. Sin duda, dará para algún que otro artículo más.
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