Posted: 16 Oct 2012 06:50 AM PDT
Cuando
se habla de las empresas que protagonizaron la explosión de la burbuja
inmobiliaria una de las primeras empresas en mencionarse es American International Group.
Era y es la empresa comercializadora de seguros más grande del mundo,
con 555 mil millones de activos y con presencia en más 130 países. Su
volumen de negocio, y toda su gran estructura, quedó afectada en 2008
por su involucración activa en la burbuja de las hipotecas de baja
calidad a través de negociación de productos estructurados (CDS y CDOs).
La
negociación de productos apalancados en una pequeña división de la
empresa generó una gran cantidad de pérdidas repentinas. Para salvarla,
fue necesaria la intervención inmediata del departamento del Tesoro de
Estados Unidos inyectando liquidez porque no quebrara. Clasificada como
una “Too Big To Fail”, no se ahorraron esfuerzos ni dinero para que el
negocio no se fuera al agua, mientras que sus ejecutivos dieron una
imagen de despreocupación y mala praxis marchando de vacaciones en un centro de lujo de California, gastándose 442.000 dólares la misma semana del rescate.
Nacionalizada
y el departamento del Tesoro como propietario de la empresa con más del
90% de las acciones obligaron a hacer una reforma urgente y considerada
de las actividades de la gran entidad aseguradora bajo el control
estricto del estado norteamericano.
Actualmente
vuelve a ser una empresa cotizada en mercado, con el estado como
co-propietario, y una de las acciones preferidas de Dan Loeb, el
reconocido gestor del hedge fund Third Point. La inversión de
Dan Loeb es revisada en detalle en la carta del tercer trimestre que
dirige a sus clientes. Hace una revisión de su compra inicial y
justifica los motivos por los que todavía mantendrá esta inversión para
una larga temporada.
AIG: el punto de vista de Dan Loeb
Es
interesante observar la ascensión de una gran empresa que ha caído en
desgracia. Tiene la clasificación de todo tipo de argumento: drama,
tragedia y comedia. Actualmente, la empresa comienza a recibir los
favores y puntos de la comunidad y ya no es vista con los mismos ojos de
hace cuatro años. El estado comenzó a deshacer las posiciones que
tenía, poco a poco, vendiendo las acciones en el mercado por 29 dólares
por acción. Un precio más bajo del que valoraron los analistas
profesionales. Este no era el único punto a favor inicial, la misma
empresa ha recomprado grandes paquetes de acciones y muchos gestores de
fondos de inversión se han visto obligados a comprar títulos de AIG, ya
que éstas tienen un peso relevante en varios índices bursátiles
estadounidenses e internacionales. Esta diversidad de razones ofrecieron
un potencial de crecimiento que dieron un incentivo a la especulación
inmediata. Es lo que se clasificó como la primera fase de inversión de
Dan Loeb.
Más allá de la especulación y los (1) aspectos técnicos AIG ahora es para Third Point una (2) inversión a largo plazo.
La
empresa es un gran barco que ha conseguido reflotar pero no corre tan
rápido como lo hacía antes. La solución más práctica para que acelere es
aligerar todo el peso innecesario, se prescindirá de todo el material
que no es necesario para la ruta. Y hay que hacer caja de todos los
negocios que no componen la estructura vertebral del negocio.
Uno
de los ejemplos es AIA, la empresa de seguros de vida en el mercado
asiático. Al gigante no se le permite la venta de estas acciones, pero
cuando el bloqueo expire a finales de año su venta le puede reportar un
total de 6,1 mil millones de dólares según las valoraciones de mercado
actuales. Third Point también cree que la venta o spin-off de ILFC, una
filial de alquiler de aviones, no sólo generará más de 5 mil millones de
dólares, sino que simplificará la estructura del grupo, reduciendo
drasticamente el coste de su capital.
Loeb
tiene más estimaciones en la cabeza, como la mejora en la eficiencia
operacional de Chartis, la empresa del grupo destinada a los seguros
sobre bienes, accidentes y riesgos diversos. Y un catalizador final a la
vista: el departamento del Tesoro aún tiene en sus manos un 16% de la
empresa. La venta final de estas acciones permitirá el inicio de un
programa de dividendos y aplicar cambios en el programa de
compensaciones del consejo de administración. Así conseguirán hacer de
AIG una empresa renovada, convencional, y con un futuro interesante.
Según
el consenso actual que plantea un precio por ganancias (PER) de un 10x
en el 2013, Third Point valora un precio de 65 $ la acción.
Via The Money Glory
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