Posted: 28 Nov 2012 11:16 AM PST
En el mundo clásico y puro del Old Normal siempre han habido dos clases de inversores: Por un lado los necesitados de generar rentas estables y que no soportan volatilidades ni las pérdidas temporales de dinero (lógicamente las pérdidas permanentes no las soporta nadie, a pesar de que caen como lápidas mortuorias sobre los mal asesorados); y por otro lado los que, no precisando dichas rentas, tienen una visión empresarial mayor y toleran volatilidades altas y periodos relativamente cortos de pérdidas. En medio de estas dos especies biológicas, lógicamente hay todas las combinaciones posibles, haciendo que el mestizaje inversor reine sobre la mayoría de los mortales. Otro apartado merecen los especuladores, de quienes ya hablamos en un anterior artículo, cuyo perfil ludópata está alejado del concepto de “inversor” al que hoy nos referimos.