No creo que enconarse con una técnica de trading sea lo mejor, y menos cuando es un sistema tendencial que pretendemos aplicarlo a una zona sin tendencia. El caso es que guste o no, la amplitud de mercado me da esa vara de medir que tengo que aplicar para decantarme por un lado o por otro. Ya lo he dicho muchas veces pero lo repetiré más aún: no creo en los mercados bajistas con pocos valores bajando y sí muchos subiendo (en promedio de 200 días). Por tanto, que una semana se me ponga la MM30 bajista no es suficiente si el “maquillaje” de índices es más que evidente.
Que esta técnica no es perfecta y nos podemos equivocar, OK… pero la zona actual es alcista para el S&P500 y eso se ve en que estamos ya empezando el impulso número 2, aquel que recomendé comprar en 1.190 ptos del S&P500 o cuando la AD normalizada llegase a 20-30. Así que, ¿somos alcistas o bajistas? La respuesta es clara: alcistas para el S&P500 y por contagio, en el resto de índices. Lógicamente hay que sobreponderar lo fuerte, escoger buenos valores en mejores sectores etc… y con esto conseguiremos igualar o mejorar al S&P500.
Los indicadores de amplitud más importantes son:
AD: Suma y resta las acciones que suben y bajan y va dibujando un gráfico. Por ejempo, si en el NYSE suben 2400 y bajan 600, la curva aumentará en 1800 enteros. Así es como se forma un índice de amplitud no manipulable y en la mayor parte de los casos, mucho más fiable.
MM150 días sobre la AD: Es una MM30 pero transformada en diario. Si es alcista, el mercado en amplitud es positivo. Suele dar muchas menos señales falsas que una MM30 tradicional sobre índices.
Momento de mercado Weinstein: Es una SMA200 de valores que suben menos los que bajan. Si este indicador está por encima de cero, el mercado es alcista. Si no, el mercado es bajista. Es el indicador clave en las tendencias de fondo. Actualmente roza el +90, lejos del nivel de peligro.
AD normalizada: Va de 0 a 100 y sirve para medir y localizar los impulsos. Al alza son 1-2-3-4 y a la baja 1-2-3. Los 2-3 son los más rentables y de mayor extensión. Es un indicador clave para deshacer posiciones cuando el mercado se agota o de mantenerlas cuando está animándose.
Summation: Su lectura es clave en las divergencias con respecto al S&P500. Genera las señales de vuelta más importantes del mercado, que suelen coincidir justo con inicios y finales de recuentos según la AD normalizada.
Ratio de volumen de valores que suben y que bajan: Se puede hacer por el volumen que desarrollan o por el número de acciones que suben y bajan. El caso es que suele ser un indicador veraz e interesante de estudio justo en los inicios de los impulsos y en los finales, es decir, en las ondas 1 y 4.
Toda esta teoría e indicadores están explicados en mi nuevo libro: “Enséñame la pasta: en busca del Market Timing“. Disponible en librerías de Madrid, Barcelona, Oviedo, A Coruña y Zaragoza. Si quieres aprender corto plazo, es un buen comienzo. Saludos!
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